Antes de decidir quién dirigiría la película, ya se sabía que el protagonista sería Jack O'Connell.
Universal pagó 1,2 millones de dólares por el guión de la película, escrito por Aaron Berg.
El filme se trata de una recreación del nacimiento de los servicios secretos británicos de la mano de Sir George Mansfield Cummings tras la Primera Guerra Mundial.