Marie Curie, au-delà du mythe

Desde su nacimiento en Varsovia en 1867, hasta su entrada al Panteón en 1995, la vida y obra de Marie Curie se ha convertido en toda una leyenda científica.

Al llegar a París en 1891, María Sklodowka se inscribió en la Universidad de la Sorbona, donde sus brillantes resultados no tardaron en convertirla en el centro de atención. Pierre Curie, afirmaba que “las mujeres con genio son raras”. Acabó enamorándose de Marie y logró convencerla para que se quedara trabajando en París. En 1903, los descubrimientos de ambos sobre las radiaciones fueron recompensados con la obtención del Premio Nobel de Física (compartido con Henri Becquerel). La pareja en seguida salió del anonimato, pero la desgracia los atrapó: Pierre murió en un accidente de circulación en 1906. Devastada por la pérdida de su marido, la científica se refugió en la búsqueda científica, con el éxito que todos conocemos: se le reconoció el Premio Nobel de Química por sus trabajos con el polonio y el radio en 1911. Cien años más tarde, volvió a revolucionar nuestra concepción del mundo. Pero, ¿qué hay de cierto en todo ello?