Parkour, Paul Walker y muchos tiros
por Paula Arantzazu Ruiz¿Luc Besson, habitual en secuelas y trecuelas, rehaciendo uno de sus grandes producciones? En efecto, ‘Brick Mansions’ -la última entrega de la productora EuropaCorp- es el ‘remake’ para el público global de ‘Distrito 13’, cinta de acción francesa que unía el ‘parkour’ (“el arte del desplazamiento”, o ser lo más rápido y fluido frente a los obstáculos urbanos), y los tiros en una París distópica amenazada por una bomba y por la ambición despiadada de la clase política. La cinta original de 2004 la firmaba Pierre Morel (‘Venganza’) y se convirtió en uno de los grandes éxitos de la compañía; mientras que la versión actual ha corrido a cargo de Camille Delamarre y aspira a superar a su predecesora. ¿Cómo? Con el clásico ‘touch’ francés de Besson, las coreografías y alucinantes volteretas de David Belle (protagonista también en ‘Distrito 13’) y con el carisma del añorado Paul Walker.
De hecho, la línea argumental de ‘Brick Mansions’ apenas difiere del filme original. En vez de en 2010, nos encontramos en 2018 y París se ha convertido en Detroit, más distópica, si cabe, de la ciudad actual. Y en mitad de esa jungla de asfalto, Brick Mansions, el ghetto más peligroso del país, escondite de los jefazos de la droga y fortaleza que tendrán que penetrar los protagonistas: Lino (Belle), un acróbata y ladronzuelo, y Damien (Walker), un policía encubierto a quien se le ha encomendado una misión casi imposible. En fin, la trama es tan calcada a la cinta original como la misma planificación visual de la película. Y es que Besson lo tiene claro: si funcionó, ¿para qué cambiarlo? ‘Brick Mansions’ se beneficia de los avances tecnológicos audiovisuales y, a diferencia del otro filme, apuesta por los ralentís enfáticos, la multicámara y, por supuesto, por los FX.
Quizá la realización de Delamarre, uno de los principales jefes de montaje de la productora, no es tan ágil como la de Morel en ‘Distrito 13’, pero dos o tres ideas macarras y la presencia de Paul Walker suplen algún altibajo en el ritmo de la película. Lástima del malogrado destino del actor, porque Walker presta su porte con elegancia y se acomoda a la perfección al universo de acción de la compañía: su complicidad con David Belle echa chispas y, además se intuye que, como sucede hoy en día con Liam Neeson, Walker podría haber triunfado (de nuevo) como estrella de EuropaCorp. En definitiva, hasta que llegue la séptima entrega de ‘Fast N’Furious’ ‘Brick Mansions’ es una buena despedida.
A favor: Paul Walker dándolo todo por el ‘parkour’ junto a David Belle.
En contra: La dirección de Delamarre es algo errática.