Michal tiene todo lo que siempre ha soñado: una bella mujer llamada Magda (Natalia Rybicka), un hijo recién nacido, su propia empresa, un casa de diseño... tanto en el terreno laboral como personal, se puede decir que es un hombre de éxito.
Cuando llega el momento de bautizar a su bebé, Michal escogerá a un viejo amigo para que sea el padrino, Janek (Tomasz Schuchardt). Pero ambos hombres tienen un pasado común que amenazará con destruir la felicidad de Michal y su equilibrio familiar.
Ambos deben exorcizar los fantasmas que los anclan a su juventud (y a una serie de secretos ocultos que nunca han querido desvelar) y para ello se iniciará una macabra ceremonia en la que todos los personajes recibirán su bautizo en el plano de los sentimientos más espeluznantes. Entre los tres se establecerá un peligroso triángulo amoroso cuyas consecuencias no podrán prever. Un drama polaco con tintes de thriller dirigido por Marcin Wrona.
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