Nacido en Polonia, Marcin Wrona comenzó realizando cortometrajes a principios de los 2000, aunque su primer largometraje no llegaría hasta 2009, titulado 'Moja krew' (cuyo título internacional fue 'My Flesh, My Blood'), donde logró tener visibilidad en diferentes festivales, como en el de Roma, consiguiendo algunos premios.
El bautizo es su segunda película.
El título original, 'Chrzest' hace referencia al Bautismo, el rito de iniciación al cristianismo.
La película está basada en una historia real: un hombre que escapa de su pasado tras haber delinquido y se refugia en la ciudad de Varsovia, donde iniciará una nueva vida en el anonimato.
La película fue presentada en el Festival de San Sebastián 2012, en la Sección Zabaltegui- Nuevos Directores.