Los productores de la película entregaron un 10% de los beneficios de la película a la fundación "Every Life is Beautiful", que distribuyó los fondos entre organizaciones de ayuda a mujeres con crisis durante el embarazo, agencias de adopción y orfanatos.
La trama del largometraje que gira entorno a la joven Hannah, está basada en la vida de Gianna Jessen, superviviente de un aborto en 1977 y activista antiaborto.