"La Momia" es una refrescante y entretenida película de acción aventuras, dirigida por Stephen Sommers y protagonizada por Brendan Fraser.
Un ex legionario, una bibliotecaria egiptóloga y su hermano se verán involucrados en la resurrección de la momia de un antiguo sacerdote que intenta desesperadamente recuperar a su amante, luego de 3.000 años. A finales de la década de 1980, los productores James Jacks ("The Jackal", 1997) y Sean Daniel ("Village Of The Damned", 1995) buscaban realizar una nueva versión del clásico de la Universal, "The Mummy" (1932) de Karl Freund, estudio que daría su aprobación, pero con un presupuesto no superior a los US$10 millones. La idea de la Universal era producir una película de terror de bajo presupuesto y para ello contactó en 1987 al legendario director George A. Romero ("Night Of The Living Dead", 1968) para que escribiera un tratamiento de guión que fue desarrollado por Abbie Bernstein, quien prefería presentar al monstruo más en la línea de "Terminator" (1984) de James Cameron que en el clásico del padre del cine zombie. Sin embargo, el asunto no prosperó. Jacks y Daniel contratarían, entonces, al cineasta y escritor de terror Clive Barker ("Hellraiser", 1987) en 1990 y luego a Mick Garris en 1991, pero ambas propuestas fueron rechazadas por ser muy oscuras y violentas. Les seguiría la propuesta de Dante con guión de Alan Ormsby, reescrito más tarde por John Sayles, más cercana al clásico protagonizado por Boris Karloff, pero que fue rechazado por ser muy costoso. Fiel a su estilo, los ejecutivos de la Universal no daban su brazo a torcer respecto al bajo presupuesto destinado.
Aunque parezca increíble Jacks y Daniel volvieron a contactar a Romero en 1994 y luego a Garris en 1995, trabajando siempre con Ormsby y Sayles, pero volvieron a rechazar sus proyectos prácticamente por las mismas razones por las que lo habían hecho antes, por acercarse demasiado a la temática zombie y por el alto valor de producción en la recreación del antiguo Egipto, respectivamente. Luego, en 1996 la Universal contrató a Kevin Jarre para escribir un nuevo guión y sondeó a Wes Craven ("A Nightmare On Elm Street", 1984) para la dirección, quien declinó. Sin embargo, el enfoque que Jarre le había otorgado al borrador haría comprender a los productores que la clave estaba en dejar de la esencia terrorífica de la historia clásica de la momia y convertirla en una historia de acción y aventuras, al estilo Indiana Jones, que requería necesariamente más presupuesto. Después de tantos directores y guiones rechazados, finalmente la nueva presidenta Stacey Snider, quien buscaba revertir los números rojos de los últimos fracasos de taquilla, dio luz verde a la propuesta del discreto director Stephen Sommers, que venía de firmar la también discreta película de terror y aventuras "Deep Rising" (1998), principalmente por tres factores, como ya veremos. Primero, la propuesta de Sommer homenajeaba al clásico de 1932 incorporando el elemento romántico fatalista de la película de Freund, cercano a la visión de Francis Ford Coppola en su notable "Bram Stoker’s Dracula" (1992) sobre el vampiro nostálgico que "cruza los océanos del tiempo" en la búsqueda de su amada, que luego el guión puliría con el sacerdote Imhotep resucitando para recuperar a su amada tras esta suicidarse y él ser condenado a ser encerrado en un sarcófago y ser devorado vivo por unos escarabajos antropófagos, luego de asesinar al faraón quien descubrió su amor clandestino.
En consecuencia, se trataba de una historia romántica trágica que no renegaba del halo antiquísimo del Antiguo Egipto, sus faraones, sacerdotes y maldiciones. Este elemento resultaba del todo interesante parala Universal que quería resucitar literalmente el éxito de uno de sus films más emblemáticos de su glorioso pasado, una estrategia válida cuando un estudio atraviesa una crisis financiera y decide mirar a sus raíces para encontrar respuestas. En segundo lugar, Sommers estaba consciente que la mencionada naturaleza terrorífica del clásico de los 30, con una momia destartalada, vendada y lenta no tendría el menor impacto en el público de los 90, por lo que coincidía, primero, en la necesidad de cambiar el tono del guión, direccionándolo hacia la acción y la aventura, coincidiendo con la visión de Jarre y, segundo, en villanizar más al antagonista. Como sabemos los miedos cambian según las generaciones, pero con todo, Sommers estaba consciente de que la película no lograría provocar terror, aunque no por ello renunciaría a presentar a un villano de temer, muy rápido, letal, malvado y vengativo. Por tanto, una de las claves de que el film funcione, a pesar de su tono de acción, aventuras y comedia, es la presentación de un antagonista trágico y humano, pero también malvado y diabólico, con poderes sobrenaturales y total desprecio por sus rivales (en el segmento del Antiguo Egipto y en El Cairo de la década de 1920), dispuesto a deshacerse de todos los escollos humanos y situacionales que crucen en su camino. Además, con el fin de fortalecer el carácter vengativo del monstruo, se construye un contexto de castigo y ejecución brutal de Imhotep, que justifica su sed de venganza y destrucción, pero que no abandona los rasgos propios humanos hacia el amor, en la figura de un monstruo.
Y, en tercer lugar, la acertada decisión de mantener la ambientación del film en un pasado reciente, en tal caso, el Egipto de los 20 del siglo pasado como principal escenario de los hechos. La película inicia con un escueto, pero preciso prólogo explicatorio que muestra el esplendor del Antiguo Egipto como telón de fondo para la trágica y clandestina historia de amor de Imhotep y Anak-Su-Namun hacia el 1.290 A.C., para luego dar paso rápidamente a El Cairo de 1926 D.C. periodo de máximo esplendor de la arqueología egipcia y, también, dicho sea de paso, del saqueo por parte de museos británicos y franceses del rico pasado histórico, cultural y antropológico del Antiguo Egipto. Son los tiempos de cientos de excavaciones arqueológicas a partir del maravilloso hallazgo de la tumba intacta del faraón Tutankamón en 1922 por el arqueólogo Howard Carter y el egiptólogo Lord Carnarvon en el Valle de los Reyes, frente a Luxor. Sin embargo, también es un convulso periodo en que aún el Reino de Egipto se está estableciendo, luego de los británicos se vieran obligados a concederle la independencia ante el creciente nacionalismo, de ahí la presencia de legiones extranjeras peleando en suelo egipcio. Este contexto de la película presenta al trío protagonista, personajes más bien anecdóticos y carismáticos, pero carentes de profundidad, aspecto que, sin embargo, y con contra todo pronóstico, no disminuye la fuerza del argumento y el ritmo del film, sino que le dan mayor potencia e impulso, especialmente porque Sommer intenta rodar con la perspectiva de Spielberg en las películas de Indiana Jones (1981-a la fecha).
Tenemos primero a Rick O´Connell, un ex soldado legionario que termina preso y condenado a muerte por un motivo que no queda del todo claro. En segundo lugar, a Evelyn Carnahan, una bella e introvertida bibliotecaria con aspiraciones de egiptóloga, hija del mecenas de la Biblioteca Nacional de Egipto. Y Jonathan Carnahan, su hermano, un ludópata y ladrón de reliquias que antes le robó a O’Connell un extraño artefacto que termina siendo la llave del sarcófago de Imhotep. Ello llevará a que Evelyn contrate a O’Connell para que la lleve a la legendaria ciudad de los muertos, Hamunaptra, para saciar su sed de conocimiento egiptológico, aunque a su hermano y al propio O’Connell sólo los muevan las riquezas, pero en el camino accidentalmente despertarán a Imhotep de su maldición. Entre medio surgirán diversos personajes secundarios que van y vienen, a excepción del líder de los Medjays, guardianes de los antiguos faraones, Ardeth Bay, que termina uniéndose a los protagonistas, y que funcionan como excusa perfecta para el crecimiento progresivo del poder de Imhotep tras su resurrección. Se trata, en general, de personajes despreciables que sucumbirán por traidores y codiciosos como el alcaide de la prisión en la que estaba O’Connell, el gordo Gad Hassan, y el huesudo y traidor ex compañero de O’Connell, Beni Gabor, que no solo traiciona a Rick, sino que se vende como guía a una expedición estadounidense que compite con la de los Carnahan para terminar sirviendo al infame Imhotep. Otros podrán ser menos miserables, pero igual de ambiciosos moviéndoles más las riquezas del antiguo imperio que otros valores, como los miembros de la mencionada expedición conformada por Isaac Henderson, David Daniels y Bernard Burns, con asesoramiento del egiptólogo Dr. Allen Chamberlain, el único que podríamos decir que está ahí por una cuestión de saber histórico y místico. Así, es posible advertir de nuevo el modelo "Jones" de Lucas y Spielberg, sobre todo como veremos más tarde con las secuelas que vendrán.
"The Mummy" (1999) es una película que funciona también en todos sus aspectos técnicos. La fotografía principal comenzó el 4 de mayo de 1998 y duró 17 semanas y se realizó en Marrakech, marruecos, ya que no se pudo hacerlo en Egipto debido a las condiciones políticas inestables del momento. Además, Marrakech tenía la ventaja adicional de ser mucho menos moderna que El Cairo, por lo que fue más fácil utilizarla para recrear la década de 1920. El diseñador de producción Allan Cameron encontró una formación geológica, Gara Medouar, en donde Sommers y los productores optaron por construir los exteriores de Hamunaptra. Se construyó una rampa de hormigón para permitir el acceso en forma de herradura, donde la ciudad se construyó con piezas prefabricadas enviadas desde Inglaterra. Al mismo tiempo, se realizó un estudio del área para que que se reprodujera el modelo preciso y a escala de las columnas y las estatuas en los Estudios Shepperton, donde se filmaron todas las escenas en los pasadizos subterráneos de Hamunaptra. De hecho, estos decorados tardaron 16 semanas en construirse e incluían columnas de fibra de vidrio, a los cuales se le agregó luego efectos especiales. En Inglaterra se ampliaron los astilleros de Chatham para recrear el puerto de Giza en el río Nilo en un conjunto de casi 200 metros de largo con un tren a vapor, carruajes abiertos a caballos y hasta un mercado con 300 extras vestidos de mercaderes árabes.
El rodaje en Marrakech no estuvo exento de problemas. Las tormentas de arena, por ejemplo, eran un problema cotidiano y demandaba a veces para la filmación para atender las lesiones oculares de los actores y equipo técnico. También debieron lidiar con la fauna silvestre del lugar, especialmente escorpiones y serpientes, de hecho, varias personas del equipo debieron ser trasladados en avión por atención médica en la ciudad tras ser mordidos o picados. La deshidratación, por su parte, también hizo su trabajo, llevando al equipo médico a crear un hidratante especial que el equipo debía beber cada dos horas para mantenerse hidratado. Particularmente siniestra fue la filmación del ahorcamiento de Rick O’Connell, en la cual Brendan Fraser estuvo muy cerca de quebrarse el cuello, según el mismo actor confesaría más tarde en una entrevista. Finalmente, la producción contó con el apoyo oficial del Ejército Real de Marruecos y se contrató un seguro de secuestro para los miembros del reparto. Uno de los principales atractivos del film son sus efectos especiales, muchos de ellos revolucionarios para la época. Con un presupuesto exclusivo de US$15 millones para este ítem, los productores contrataron a la empresa de George Lucas Industrial Light & Magic (ILM) que contribuyó con más de 140 tomas, a Cinesite con 60 tomas y Pacific Title/Mirage con 45 tomas y las secuencias del título de la película, los cuales fueron trabajados en la fase de postproducción.
El desarrollo del aspecto de la Momia se inició tres meses antes de que comenzara la filmación. Durante meses, los diseñadores trabajaron en el desarrollo de cuatro escenarios distintos para la Momia, primero, en su estado más descompuesto, con pedazos de ropa, piel y tendones colgando sobre un esqueleto, segundo, con áreas de piel regenerada, y tercero y cuarto con la Momia casi completamente regenerada y solo con pequeñas exposiciones con sus entrañas. Se cuidó siempre cada aspecto fisiológico de músculos, cartílagos y huesos de la Momia, para que fuese lo más natural posible, de hecho, dadas las limitaciones tecnológicas de entonces, los movimientos faciales y manuales fueron realizados a mano. El actor que interpretó a Imhotep realizó el mismo las capturas de movimiento, con 8 cámaras simultáneas filmando desde diferentes ángulos. En cuanto a los escenarios del Antiguo Egipto en el prólogo, se combinó metraje en el desierto con actores filmados en pantalla verde, maquetas en miniatura, pinturas mate y efectos generados por computadora, que los efectistas de ILM lograron al intercambiar modelos de diferentes calidades dependiendo la lejanía de la cámara, como por ejemplo, las apariciones de los escarabajos antropófagos y la lluvia de langostas en la referencia a las plagas. Las icónicas secuencias en que se genera el rostro de la Momia en la arena y la tormenta de arena en la que atacan al avión del Capitán Winston Havelock fueron generadas totalmente por computadora.
Finalmente, para el epílogo en donde O’Connell lucha contra un ejército de momias sacerdotes de Imhotep, el diseñador Nick Dudman creó dicho ejército con dobles, maquillaje y prótesis, cuya captura por movimiento fue modificada luego por computadora. Hay que señalar que la versión bluray de la película pulió bastante más los efectos especiales, por lo que la cinta en cuanto a este aspecto ha envejecido bien. El score de Jerry Goldsmith ("The Omen", 1976) es uno de sus mejores puntos a favor, grandilocuente y épica, con base de orquesta europea tradicional, con percusión y metales y la inclusión de voces (poco habitual en la música del mítico compositor) e instrumentos regionales como el buzuki, una clase de laúd griego. Goldsmith venía de musicalizar la última película de Sommers y con esta partitura dejaría de lado una década de score principalmente para películas de acción y aventuras modernas. Entre los cortes que destacan encontramos el tema de apertura de reconocible sonido egipcio, el tema de Imhotep/la Momia que tiene varios movimientos a lo largo del film volviéndose más contundente mientras crece la presencia y el poderío del personaje, los temas de amor para Imhotep/Anck-Su-Namun y Rick/Evelyn y uno heroico para Rick O’Connell en sus proezas de acción.
Las actuaciones son correctas, el reparto fue bien escogido y cumple con eficiencia su cometido. Brendan Fraser aceptaría el papel que lo catapultaría al estrellato y que repetiría en las dos secuelas de 2001 y 2008, luego del rechazo de Tom Cruise, Brad Pitt, Matt Damon y Ben Affleck. Fraser derrocha gracia y empatía a un personaje aguerrido y valiente, que vive en constante peligro. Por su parte, Rachel Weisz interpreta a Evelyn Carnahan que demuestra ser más que una chica en apuros que necesita ser rescatada, ya que surge como el cerebro del equipo cuyos conocimientos permiten entender las debilidades de la Momia y acabar con ella. El escocés John Hannah encarna al hermano de Evelyn, Jonathan, un vago, ludópata y ladrón de ocasión sujeto que pone la cuota de cobardía y locuacidad en el trío. El actor sudafricano-estadounidense Arnold Vosloo, se hizo con el papel de Imhotep, que repetiría en la secuela de 2001, en una interpretación alejada por supuesto del aura misteriosa de Boris Karloff en los 30, pero que impregna sin duda un aire a tragedia romántica a pesar de la crueldad de sus métodos. Kevin J. OConnor personificó al cobarde y traidor Beni Gabor. La modelo y miss Venezuela Patricia Velázquez, encarna a la bella concubina de Setis I y amante de Imhotep, Anck-Su-Namum. Y para finalizar, el israelí Oded Fehr como el líder de los Medjays, Ardeth Bay.
En definitiva, refrescante y entretenida película de acción aventuras, versión del clásico de 1932, alejada del misticismo y misterio de dicha versión y más cercana a la fórmula "Indiana Jones", que funciona principalmente por un guión simple pero eficiente, un acertado reparto, buenos efectos especiales y un buen ritmo. Con un presupuesto final de US$80 millones, recaudó más US$416 millones, convirtiéndose en un éxito de taquilla. La crítica la recibió con comentarios mixtos a positivos, rescatando principalmente su valor como película de entretención, acción y aventuras. Recibió sólo una nominación al Oscar (Mejor Sonido) y a los British Film Awards (Mejor Efectos Especiales), pero 9 nominaciones a los Saturn y otros galardones.
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