Crítica de SensaCine.com para Mi Tierra: Mi tierra

"Todo el mundo debería interesarse por su historia", le espeta su padre a Farid cuando le "obliga" a viajar de su París natal a Argelia para hacerse cargo de unos asuntos familiares: una casa que él mismo construyó con sus manos y que ahora corre el peligro de ser demolida a causa de unas obras públicas para construir un gaseoducto que ha de llevar energía a Europa. Farid está estudiando para ser abogado, pero pese a decir que, en efecto, es argelino, su integración en Francia como segunda generación de inmigrantes es casi total. Un éxito, podríamos decir.

'Mi tierra' es una película sobre las raíces, la inmigración, las fronteras y las identidades, narrada con un tono tragicómico y amable, que busca la complicidad del espectador con bromas y algún que otro dardo en torno a las diferencias culturales pero que, por suerte, sabe sortear los muchos tópicos a los que se asoma. No obstante, Mohamed Hamidi, su director, parece empeñado en mostrarnos todas las penas con las que combaten el día a día los argelinos, una vez liberados del yugo colonial pero despojados de su riqueza por la ambición neocolonial. Hay apuntes interesantes, como el de la joven belleza del pueblo destinada a un futuro estéril a causa de una población que envejece y merma, pero otros que se prestan a lecturas ambiguas, desencajantes.

Y es que a Hamidi se le va más que la mano a la hora de finalizar el viaje de Farid hacia sus raíces, y el viaje de su regreso. No son líneas estas para explicar el desenlace, pero sí para destacar que sí lo que pretendía era poner en escena la difícil tesitura del sujeto poscolonial, sensible a las fronteras entre el primer mundo y el resto, África, Asia, etc, la apuesta del director se presta a ser interpretada como una oda a los beneficios de residir en Europa. Seguro que sus intenciones iban por otro lado, pero, cabe subrayar que su torcido resultado.

A favor: Hamidi , el director, sabe manejar el tono ligero de la película para un asunto tan intenso como la inmigración.

En contra: Su ambiguo desenlace.