Últimas opiniones : Pixels - Página 2

Mala, lenta y sin gracia... No entiendo las criticas buenas, bajo apariencia de homenaje a los primeros videojuegos se construye un guión muy básico y decepcionante

Muy entretenida para una tarde de risas y palomitas. No es la mejor comedia del mundo, pero merece la pena verla.

La traducción del guión al español es totalmente sexista, racista, homófoba y soez. Totalmente inapropiado para niños y nada edificante para adolescentes. Lamentable que no haya un filtro eficaz contra estos impresentables guionistas. Para un niño de los 80 que fui, una tristeza ver algo así.

El largometraje Pixels está inspirado en un cortometraje homónimo creado y dirigido en 2010 por el francés Patrick Jean, que ganó el Annecy Crystal como el mejor cortometraje del Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy, y en el que podemos ver la ciudad de Nueva York invadida por criaturas de 8 bits. El corto se convirtió en viral en su día, llamando la atención de Adam Sandler y su productora (Happy Madison Productions) que compró los derechos por un millón de dólares a Patrick Jean, con la promesa de que él dirigiría el largo. Finalmente, el proyecto terminó en las manos de Chris Columbus, toda una institución en esto del divertimento.
[...] Esta película tenía muchos factores a favor para resultar tremendamente delirante, empezando por el corto en el que se base que es muy ingenioso, pero tiene ese toque “Sandler” tan cansino y desganado de siempre que la hace sentir completamente desaprovechada, además tiene muchos chistes exclusivos para espectadores estadounidenses (tuve que explicarle a mi hijo de diecisiete años quien es Martha Stewart) y solo los mayores de cuarenta años reconocerán la mayoría de los juegos. Sin duda, la parte más floja es el guion del que se encargan Tim Herlihy y Timothy Dowling, dos colaboradores habituales de Adam Sandler.
Afortunadamente, está el talento de Chris Columbus (Solo en casa, Señora Doubtfire) al frente poniendo orden, consiguiendo que los personajes resulten creíbles y que la historia avance con más o menos fluidez. Columbus saca todo su encanto “ochentero” en el prólogo de la película ambientado en el año 1982, llenándolo todo de tierna nostalgia y una potente banda sonora con lo mejor de aquella época. Después despliega su gusto por los efectos especiales cuando se desatan los ataques extraterrestres que lo pixelan todo a su paso con pequeños e increíbles cubos que parecen cobrar vida. Sin duda alguna lo mejor son los espectaculares efectos especiales.
En cuanto al reparto, el protagonista es Adam Sandler en su eterno papel de apático patán que no ha conseguido gran cosa en la vida y con la misma escasez de chispa de siempre. Mucho mejor Kevin James como un Presidente de los Estados Unidos (que recuerda mucho a Bush) y muchísimo mejor los otros expertos en videojuegos personificados en el siempre genial Peter Dinklage y Josh Gad que tienen los momentos más divertidos, todo mejora cuando están ellos en pantalla. Michelle Monaghan es la única mujer del grupo y mantendrá una relación de amor/odio con Sandler.
También cuenta con la participación de Sean Bean como un militar inglés, con una breve intervención de Dan Aykroyd y los cameos de Serena Williams y Martha Stewart. Tōru Iwatani, el auténtico creador de Pac-Man, aparece al principio de la película como un reparador de máquinas arcade. No se interpreta a sí mismo por que no sabe inglés, su personaje (el professor Iwatani) es interpretado por el actor Denis Akiyama.
Pixels no ha sido bien recibida por la crítica y los resultados en taquilla han quedado lejos de lo esperado. Lo cierto es que no es tan mala como la pintan, pero si podía haber sido muchísimo mejor.

Película simplona, con chistes fáciles y efectos especiales no muy originales. Apta solo para niños pequeños

Es una película entretenida para pasar el rato está bien

Película con un a temática bastante original. Es una película para el pasar el rato y lo consigue. Entretiene.

Divertida!! Para or con la família . Para mi tb tiene sentido!!

El "Independence day" de los videojuegos arcade, con Adam Sandler como encargado de salvar al mundo, el líder de los Nerds, expertos perdedores que saben, como nadie, matar a esos monstruitos y darles la paliza que merecen pues, fueron horas bien invertidas las dejadas en esos añorados recreativos donde tenía lugar la vida social de tu adolescencia, colegas suceda lo que pase y contra el enemigo que se tercie, "todos para uno y uno para todos" hasta la eternidad.
Nuestro héroe y única esperanza de mantenernos vivos contra Don King Kong -¿quién no se acuerda?-, después de una fantástica partida de Pacman -¡siempre fue mi favorito!-, ocurrente fantasía hecha realidad que conserva la chispa, magia y simpatía de la anhelada máquina de los 80, virtualidad atacando el planeta tierra en un campeonato lleno de sonido, color, fuegos artificiales, fanfarronadas y el espacio debido para la amistad, romanticismo y merecido beso de la chica soñada, un espectáculo atractivo, divertido, de resonancia añeja y estructura superior a lo confiado.
Realmente construyen un juego entretenido, básico y efectivo, como los patrones de los que nace, distracción rápida y ligera, de cachondeo envolvente y coña competitiva por tan sólo una moneda que valía su peso en oro, más tres vidas por delante contra el terminator-pesadilla de cada cual para demostrar tu valía; ningún examen era más importante que registrar tu nombre como vencedor absoluto en el logro de puntos.
Conseguida configuración que provoca efectos positivos en su relajada visión, toques de humor, sensiblería, malos chistes, de parranda obtusa y una juerga alegre, dicharachera y solvente que distrae la velada con validez grata.
En la era en que los videojuegos ya no tienen esa presencia física de armarios empotrados en fila en la sala elegida a la que desplazarse, que viven ocultos, multiplicados y diversificados por cientos, miles ¡millones! en las redes de las pantallas de ordenadores, teléfonos, tablets -para dentro de poco, si no es ya realidad ignorada por la presente, en gafas y relojes, ¿por qué no?-, es de apreciado gusto y encanto que tomen vida para la grandiosa pantalla del cine, especialmente después de comprobar que no han hecho una chapuza con idea tan refrescante y original, que han tenido el detalle y esmero de cuidar el producto con una oportuna presentación de festivo recorrido y gracioso pasatiempo.
Teniendo en cuenta que ya sabes a lo que vas, temes hallar una garrulada de poco ingenio, que vende mucha promesa de hilaridad en el tráiler, para encontrar después el típico fiasco que vapulea tus deseos de un tiempo de holgazanería cognitiva y visión lela sin más interrogatorio y, por suerte no, ofrece levedad fructífera de encadenadas tonterías, hilvanadas por disparates sin propósito excepto salvar tu rato de ocio con el vicio de una refrescante, insustancial e improductiva partida de videojuego con los colegas para pasarlo genial.
Momentos más cansino que se compensan con otros de acertada agilidad, mediocridad con destellos puntuales de agudeza y tantos varios de torpeza, otoñales referencias a estación ya vieja en plena ola de calor de un verano ardiente, entretiene, gusta y apetece dentro del nivel de recreo al que pertenece, descansar, relajarse, sonreír cuando se pueda, reír si media y pulsar el interruptor de off, de parada momentánea para el pensamiento pues consiste en ver, oír, consumir y olvidar, digestión rápida, sin ningún tipo de esfuerzo, bien machacadita para que el estómago no se resienta en su labor cotidiana.
Un instalador sin expectativas, un tramposo ex presidario, un obsesivo acosador digital, un nefasto presidente de los Estados Unidos y la chica -siempre hay una-, barruntados con un desbordante número de píxeles, pulsamos el botón de star y..., ¡la guerra se ha iniciado!, ¡sólo unos ganarán!, los mejores en el arte de contar, esquivar, camuflar y eliminar, estrategia de años de dedicación, sin pausa ni lamento, pues bien orgulloso luce su nombre el rey de los Nerds, el ganador indiscutible, ¡the best!, aparte de ser el mejor entre los mejores dando besos, o eso dice la famosa leyenda magnificada por su socarrona fantochada.
Son simpáticos, hacen bobadas, se tiran señuelos, se creen guasones, te caen bien, es lo que venías buscando y te lo han ofrecido con disfrute y correción, hábil empleo de tu tiempo cuando no piensas hacer nada útil con él, excepto que transcurra y amenice.
Coge ánimo, fuerza, pulgares en forma y a matar gusanos, fantasmas, barriles, bolas de fuego o ¡el bicho que sea!
Mejor de lo que se esperaba.
Posdata: Pacman, de malo, ha hecho daño

Partiendo de una idea realmente original al final uno tiene la sensación de haber visto solo una especie de versión arcade de “Los cazafantasmas”, cierto es que te ríes varias veces durante la proyección y que también a veces piensas “¡vaya que original!” pero lo cierto es que terminas por tener una sensación un poco de vacío……vamos otra “peli de Sandler”…..