Como una canción de Bruce Springsteen
por Eulàlia IglesiasAl menos tres temas de Bruce Springsteen suenan a lo largo de 'No mires atrás', uno de los films menos conocidos de Edward Burns como actor y director. Más allá de la afición del responsable de la película por la música del de New Jersey, las canciones no hacen otra cosa que subrayar (la sutileza no ha sido nunca una de las virtudes de Burns) que 'No mires atrás' pretende ser algo así como la traslación cinematográfica de un single del Boss.
La película está ambientada en uno de esos pueblos de clase obrera de Estados Unidos tan habituales en discos como 'Born to Run'. Un lugar donde los sueños de juventud quedan aparcados a media que pasa el tiempo, entre gasolineras, bares repletos de habituales, diners y encuentros con los viejos amigos del instituto. La protagonista vive con cierta angustia el 'no future' del lugar junto a su prometido de hace años con quien le da pereza casarse. La llegada de un novio de juventud es el detonante para que se replantee su futuro en este drama obvio sobre la necesidad de mirar hacia adelante.
A favor: Esa América de provincias decadente.
En contra: Burns siempre resulta mucho menos profundo de lo que pretende.