PALABRERÍA ENVUELTA EN PAPEL MACHÉ
PALABRERÍA ENVUELTA EN PAPEL MACHÉ
Fundamentalmente decepcionado. Ese es el sentir que poseo una vez visionada la última y –en principio– prometedora película de Ridley Scott. No me podía esperar un resultado tan desastroso cuando nos encontramos con un producto con tales intervinientes. “El consejero”, dirigida por Ridley Scott (parece que en su caso la edad está pasando factura: El sábado cumplió 78 años) y basada en el guión del excelente escritor Cormac McCarthy (autor de las extraordinarias “La carretera” o “No es país para viejos”), y para la cual ha contado con un impresionante reparto: Michael Fassbender, Javier Bardem, Cámeron Díaz, Penélope Cruz, Brad Pitt, Dean Norris (“Breaking bad”), Natalie Dormer (“Juego de tronos”), John Leguizamo, Bruno Ganz, Rubén Blades y Rosie Pérez. Casi nada al aparato. Aunque parece ser que en ésta ocasión el aparato se les ha ido de las manos mientras filmaban.
“El consejero” es una historia mil veces vista, la cual se desarrolla en la frontera con México (en ocasiones me parecía que estaba viendo la gran serie “The bridge” cuando vi El paso), y donde el narcotráfico y la violencia es el tema recurrente. Michael Fassbender (el consejero), es un abogado de éxito de Sudoeste de U.S.A., el cual enamorado de su chica (Penélope Cruz), decide embarcarse en un negocio turbio y peligroso, relacionado con el tráfico de estupefacientes. Para dicho negocio, cuenta con la colaboración de su socio (Javier Bardem), la novia de éste (Cameron Díaz) y un tercer miembro: Brad Pitt.
Lo que en un principio podemos entender como un thriller con mafias, engaños y suspense, no pasa de ser una especia de cinta deficiente (no en la factura, eso es cierto), con tequila y mucha mucha palabrería. Y es que precisamente es en los diálogos donde “El consejero” se pierde, haciendo que pases por más de una fase de aburrimiento, algo imperdonable en cualquier película. Fassbender está más que bien, Penélope Cruz aparece testimonialmente, Bardem en un papel demasiado repetitivo y estrambótico y Pitt…sin muchos alardes. La única que destaca desde sus primeros planos es Cameron Díaz (quién me lo iba a decir). Una actriz que sobresale cuando se presenta en personajes dramáticos, alejada de las atontadas comedias que le dieron la fama, oculta detrás de un rostro bonito.
“El consejero” es un relato sobre la codicia, un pecado capital muy extendido en los tiempos que vivimos, y a través del cual el ser humano es capaz de cualquier cosa para acaparar más y más. El problema principal es que lo realiza obviando demasiados aspectos y motivaciones de los personajes –algo que por otra parte quizás esté causado por un reparto demasiado coral en el cual todos reciben su cuota de pantalla–, alternando situaciones altamente increíbles, con otras de gran significado metafórico (las secuencias de los leopardos). Además demasiada incidencia en temas sexuales, con una escasa tensión erótica en ellas, muy impostadas, que entreverada con la excesiva verborrea te impedía alcanzar el clímax adecuado en casi ningún instante. Aburrida y tediosa hasta niveles indescriptibles para lo que se suponía una gran cinta con un gran guión (algún personaje recuerda excesivamente a “No es país para viejos”).
No pierdan el tiempo y aprovechen tiempo y dinero en otras grandes cintas de la cartelera.
Valoración: 4