Hace dos años la adaptación del primer libro de la autora Kerstinn Gier salió a la luz. A pesar de no haber tenido un hueco entre la cartelera española, el canal de televisión Cuatro se encargó de comprar la cinta y doblarla.
Ambientada en Londres, Gwendoly Shepperd (María Ehrich) es una chica de 16 años que vive junto a su familia, la cual se caracteriza por ser portadora de un gen que permite viajar a través del tiempo. Por supuesto, Gwen no cree en todas esas bobadas, ya que se supone que es su prima Charlotte (Laura Berlin) quien ha heredado este gen. Charlotte ha sido entrenada desde pequeña en la logia del Conde de Saint Germain, unos seudocientíficos que tienen un cronógrafo que permite a los portadores del gen saltar de forma controlada.
Pero parece que los cálculos estaban mal hechos, pues lo que parecía un simple mareo para Gwen, termina siendo su primer salto en el tiempo. Es entonces cuando se entera de que ella es el Rubí, la última viajera que faltaba para cerrar el circulo de los doce. Junto a su compañero de viaje, Gideon de Villers (Jannis Niewöhner), portador del gen viajero, deberá viajar a través del tiempo para conseguir la sangre de los otros viajeros para así descubrir el gran secreto que se oculta bajo el circulo de los doce.
Tengo que reconocer que no fue hasta que vi la película que me decidí por comenzar a leer los libros. Con un cast lleno de caras desconocidas (ya que no veo cine alemán), he de decir que me han gustado todos los actores. María Ehrich me parece que refleja a la perfección la personalidad de Gwen, una chica algo torpe, irónica y graciosa, pero inteligente. Con Gideon he echado de menos un poco más su lado coqueto e irónico, e incluso las disputas que tiene con Gwen. Pero sin duda, la guinda del pastel es el personaje de Charlotte, que ha conseguido que lo odie aún más que en los libros.
A pesar de no colocarse entre mis favoritas, el soundtrack no está nada mal. Hay un par de canciones tanto instrumental como con letra, preciosas. Y cómo no, algo que llamó muchísimo en el libro fueron los vestidos de época, los que dan ganas a más de uno de ponérselos. Al igual que todo lo relacionado con el cambio de año, las calles, carruajes y demás está perfectamente representado.
El gran cambio que se ve en la adaptación es la última media hora. En el primer libro de la trilogía acompañamos a Gwen en sus dos viajes al pasado, mientras que la trama de la película se alarga con varios acontecimientos que suponen spoilers de los siguientes libros de la saga. Además de varios detalles, otro gran fallo es el cambio temporal de ambos viajes, que en el libro suceden en orden distinto.
Y aunque agradezco el doblaje (sobre todo si es una película alemana), este es un gran fallo de la película. Algunos diálogos no llegan a concordar con el idioma original y hace que pierda puntos (por no hablar de lo falso que parece).
En general la adaptación está bastante bien, a pesar de la trama que se introduce en la última media hora y los pequeños detalles que se dejan colgando. Como película le doy un cuatro, pero los fallos nombrados antes hace que baje hasta el 3.5. Aun así, animo a la gente a leer la trilogía y ver las películas.