Repite la misma fórmula, el mismo proceder pero con más adorno gamberro y alborotador, más diversión y tonterías a lo grande, la misma táctica del instituto pero llevada un escalón por encima, la magnificada universidad, para delicia y placer de sus esperados fans; la química entre los protagonistas sigue funcionando, incluso se superan en afinidad y apoyo interpretativo, colegas de simpatía, humor, bromas y camaradería, inteligencia de conocer sus posibilidades y no ir más allá; y, tiene la sabiduría de cortar la posibilidad de más reediciones con una última burla a si mismo, con la sabia ocurrencia de no abusar de sus cualidades y llevar lo que ha sido un acierto de dos películas de complemento y acepción válida a un nivel de suspenso y error por abuso y obvia repetición de falto de ideas.
Esta segunda parte no es original, no ofrece nada nuevo, no esperado ni visto en la anterior pero tampoco lo prometía pues el propio título lo expresa -simplemente cambia el número de ubicación y el escenario de la investigación-, vas a ver las mismas sandeces y disparates, gags, movimientos burlones y bufonadas explotadas con desmesura, con gracia por momentos y entretenimiento obvio para el público adecuado y solicito de ella, puro espectáculo americano a bombo y platillo creado a conciencia para fieles y devotos seguidores que, puede servir ocasionalmente y como excepción, para quien no lo sea, como distracción temporal de esparcimiento estéril y gratuito y relleno memo de ese momento bobo de un día perdido.
Se limita a ser buena en la tarea encomendada, más de lo mismo pero suavemente mejorado, argumento vacío que vive de superficialidad, ñoñería y supuesta risa facilona, vaciladas continuas de diversión y muecas de jolgorio corto y entusiasmo escaso, necedad y simpleza de actos sabidos de sobra, adivinación a la carta y expresiones atronadoras para oídos abruptos de tono elevado y contenido nulo para ambientar la fiesta y el despropósito de desmadre.
La verdad, el comentario no tiene más, ni se complica ni se enreda ni va a ser negativo respecto la misma; no engaña a nadie, sabes lo que vas a ver y lo ofrece con la misma condición y carácter que su predecesora, que te valga es otra cosa.
Si te gusto la anterior..., te gustará ésta, si te distraen estas historias..., ésta lo hará, si buscas algo banal, ligero, temporal y de temática simple, sin complicaciones y floja ejecución, ¡enhorabuena!, has acertado; si no, la pregunta es ¿qué haces viendo esta película y por qué después la destrozas cuando el error de cálculo y la pifia de elección ha sido tuya?
Si quedas preso en tu propia cárcel por equivocación selectiva no culpes al tonto guión, al inútil guionista, al torpe director, a los bobos personajes..., ¡mírate a ti mismo!
Es honesto quien se esfuerza en ser bueno en lo suyo, estúpido quien espera algo más de quien no puede darlo ni lo prometía pues, es sincero al observar su límite y acotado alcance del cual no necesita salirse para alegrar y contentar al gremio consumidor de estos filmes.
Posdata: igual que mantiene e, incluso, supera la oferta de voluntad y afán de diversión respecto la primera, dentro de su género -no nos pasemos-, respecto al cameo nada que ver..., el de 21 Jump Street fue genial, fantástico, sorprendente e ¡increible!, éste da ¡un poco de pena!