Inspirada libremente en la figura histórica de la bailarina exótica, cortesana de lujo y espía holandesa Margaretha Geertruida Zelle, conocida como Mata Hari, esta producción estadounidense contó con la participación de la también neerlandesa Sylvia Kristel como protagonista. La elección de Kristel, que había alcanzado celebridad como mito erótico una década antes con su película más famosa, ‘Emmanuelle’, suponía una manifiesta declaración de intenciones por parte de los responsables del film. Mata Hari, que había entrado en contacto con las técnicas amatorias orientales durante su estancia en Java, isla del Imperio colonial neerlandés, utiliza sus conocimientos en París. Mata Hari se sirve de estas habilidades tanto en sus espectáculos de danza exótica, como en la seducción de importantes jerarcas militares, hasta su proceso por parte de la Justicia francesa.
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