El jardín de los Baskerville
por Marcos GandíaDentro del maremágnum de films de animación que acaban peleándose entre ellos para quedarse con las migajas de Pixar y Disney, Gnomeo y Julieta acabaría no solamente haciéndose un meritorio huequecito, sino recogiendo bastantes buenas críticas y un más que plausible consenso a favor. Revisitación de la tragedia romántica shakespeareana con enanos y demás figuras ornamentales de jardín, demostró un gran sentido del humor, un correcto y naturalista resultado en términos de animación por ordenador, y una querencia loable por el musical gay, a lo que no era ajena la playlist de canciones compuestas por Elton John.
En su segunda aventura cinematográfica, este universo de escayola repleto de guiños a la cultura más popular (porque sí, Shakespeare es popular, como lo es ahora el icónico personaje literario creado por Arthur Conan Doyle) viaja a Londres para resolver un misterio con la divertida entrega con la cual, por ejemplo, los Bernardo y Bianca de los disneyanos Los Rescatadores localizaban huerfanitas secuestradas. Todo en Sherlock Gnomes es como un delicioso cuento para niños ilustrado, una cucada en troquelado modelismo donde, en un ejercicio de docencia y de divulgación, se presenta un Reader’s Digest sobre Sherlock Holmes, a quien dota de voz (e ironía) en la versión original un autoparódico Johnny Depp. Como esos libritos de ejercicios sobre (resúmenes de) novelas, Sherlock Gnomes nos va refiriendo casi todo el opus completo de las obras de Conan Doyle consagradas a su popular detective. Todo ello desde la mirada risueña y humorística que humaniza al inefable e infalible investigador… Enfrentándolo a esa pléyade de slapstick en forma de figuritas de enanos de jardín.
Despojada de maledicencia o de buscar una adulta complicidad en el espectador adulto, haya acudido solo o acompañando a menores de edad, la película es toda una declaración de principios a favor del humor blanco y de la aventura sin mayores preocupaciones. Quizá queden algo desdibujados esta vez los otrora secundarios de oro en el film precedente, pero se incorporan nuevos y, sobre todo, se incorpora el escenario de la acción, un Londres y una Inglaterra arquetípica que parece casi no haber cambiado nada desde aquellos fondos de otras peripecias animadas como Basil, el ratón superdetective.
A favor: Su macguffin Conan Doyle, y Depp divirtiéndose (en la versión original) como Sherlock.
En contra: Cierta descompensación entre la galería de personajes.