Crítica de SensaCine.com para Los juegos del hambre: Sinsajo - Parte 2: El crepúsculo de un icono

Dar por concluida una saga de la magnitud de Los juegos del hambre sin conceder un ápice a todos aquellos aspectos sobre la dictadura del espectáculo y el mercadeo de imágenes propagandísticas que precisamente intenta criticar no ha debido ser tarea fácil. Pero Francis Lawrence ha apostado por un desenlace de una lógica aplastante con el giro crepuscular que tomó la franquicia en la primera parte de Sinsajo y si en aquella película el relato se adentraba en un lento despertar sobre los horrores de la guerra y los engranajes del poder, en Sinsajo 2 la pregunta que emerge es de tintes maquiavélicos: ¿verdaderamente el fin justifica los medios?

Cuestiones sobre los roles de Peeta y Katniss como peones de la guerra física y propagandística entre el Capitolio y los insurgentes liderados por la presidenta Coin, su agotamiento y su incapacidad para saber si todo lo que ocurre en sus cabezas y fuera de éstas es real o no se repiten con la intención de reflexionar sobre hasta qué lejos son capaces de llegar los personajes con su ánimo bélico. ¿Acabará Katniss con el presidente Snow? Y en caso de que así sea, ¿qué consecuencias tendrá y qué porvenir se presenta con el fin del proceso revolucionario?

Son incógnitas que aparecen a lo largo del metraje de Sinsajo 2 quizá de manera menos sutil de lo que una esperaba, pero que indican algunas preocupaciones sobre la deriva de la historia.  Es cierto que también hay algunos meandros narrativos reiterativos y demasiado subrayados (el hastío de Katniss como arma propagandística, la rivalidad sentimental entre Peeta y Gale), además de alguna que otra concesión a la acción propia de los tiempos que corren (los mutos metamorfoseados en monstruos de aspecto zombi), pero se agradece que cuando llega el momento del asalto revolucionario, Francis Lawrence opte por la elipsis y dejarnos, así, sin imágenes. Del mismo modo y a diferencia de las anteriores entregas, casi no hay planos que busquen resaltar el simbolismo de la protagonista, su carácter de icono. Aquí más bien estamos ante una Katniss –omnipresente, eso sí- con un karma destrozado y que, contrariamente a otras heroínas de este tipo de sagas young adult, sabedora de que el camino de iniciación que ha emprendido no le va a reportar bondades, sino dolor y atisbos de locura.

Así pues, Sinsajo 2 no promete un mundo mejor, sino que muestra la facilidad con que todo se descompone, a la vez que señala que el círculo de violencia no es tan fácil de romper como uno cree. Es probable que lo haga con demasiada solemnidad, consciente de que nos encontramos en un capítulo final que tiene que cerrar subtramas y ofrecer la consecuente moraleja, pero el abatimiento y la derrota que pesa en los planos de la cinta posee la suficiente potencia como para creer su posicionamiento. 

A favor:  La coherencia con el paulatino tono apesadumbrado que se ha ido apoderando de la saga.

En contra:  Secundarios como Effie (Elizabeth Banks), Haymitch (Woody Harrelson) o Johanna (Jena Malone) parecen meros extras.