Crítica de SensaCine.com para El secreto de Thomas Crown: Delinquir por aburrimiento

El realizador neoyorkino John McTiernan, conocido por ser el impulsor de la saga de La jungla de cristal y por otras populares cintas de acción como La caza del Octubre Rojo, Depredador o El último gran héroe, realizó en 1999 el remake de El caso de Thomas Crown, película que dirigió Norman Jewison a finales de los sesenta y que contó entonces con Steve McQueen y Faye Dunaway como cabezas del reparto.

En vez de McQueen, Pierce Brosnan; en vez de Dunaway, Rene Russo. Ambos son los protagonistas de este thriller con romance donde el personaje de Brosnan, el adinerado Thomas Crown del título, al haber conseguido a los cuarenta todo lo que podría desear cualquiera, decide robar un Monet del MOMA. Solo la sagaz investigadora de una compañía de seguros a la que interpreta Russo sospechará de él. La cinta funciona como film de entretenimiento. Es eficaz y posee un buen ritmo narrativo, aunque los personajes son muy superficiales y la trama en cuestión muy previsible. La realización de McTiernan es también solvente y elegante, aunque si se busca algo trascendente, podríamos decir que El secreto de Thomas Crown como un remake bastante superfluo.

A favor: Las secuencias de acción, sobre todo la sustracción del cuadro y el desenlace. La presencia de Russo.

En contra: El previsible y poco sugerente romance entre ambos y la poca chica del conjunto.