Nathan (Branden Nadon, 'Superagente Cody Banks') es un solitario adolescente de 13 años que vende su cuerpo para comprar heroína a la drogadicta de su madre. La madre muere por sobredosis, el niño se queda sin familia y lo entregan a servicios sociales. Sin demasiadas alternativas, decide escaparse para buscar a su padre biológico y emprender un viaje a Vancouver.
En el bar de una carretera su destino se cruza con el de un presidiario llamado Boon Palmer (Dylan Walsh, 'Authors Anonymous'). Le insiste en viajar con él y se las arregla para que el hombre taciturno acepte. Juntos vagan hacia la pequeña ciudad de Boon y se hace evidente que la compañía itinerante del muchacho no será pasajera. Su vida de hace más de veinte años se encuentra allí y Nathan está dispuesto a quedarse con él. El joven empieza a confundir sentimientos hacia Boon y necesita llenar ese vacío que siente por dentro, piensa que lo tiene todo para satisfacerlo sexualmente pero no es así. Busca ocupar esas carencias afectivas mediante relaciones sexuales con otros hombres pero se da cuenta de que ese no es el camino. La relación con Boon empieza a crecer y se ciñe en un vículo padre e hijo, pero hasta llegar a esto, Nathan deberá descubrir los secretos que esconde Boon.
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