No es la única película en la que la gravedad es el principal problema de los personajes. En Un amor entre dos mundos también ocurre esto, en menor medida, pues no peligra el planeta Tierra, pero sí la relación amorosa entre los protagonistas.
Es la primera vez que Bradley Cramp se encarga de la escritura del guión de un largometraje, hasta ahora su función en los proyectos en las que ha participado ha sido la de productor ejecutivo, como por ejemplo en el fim de Simone. Sin embargo, no se enfrenta solo, si no que le ayuda Ehren Kruger, guionista de la segunda y tercera entrega de Transformers y las dos películas de The Ring.