DESLUMBRANTE Y EMOTIVA EPOPEYA SIMIESCA.
En 2011, el director estadounidense Rupert Wyatt sorprendió a propios y extraños con "El origen del planeta de los simios", una película que nos relataba cómo se originó la saga creada originalmente por el escritor francés Pierre Boulle, con su estupenda novela distópica "El planeta de los simios", publicada en 1963, y llevada por primera vez al cine en 1968, por Franklin J. Schaffner, en el inmortal clásico protagonizado por Charlton Heston.
El largometraje de Wyatt consiguió revitalizar una saga completamente agotada, debido al estancamiento de ideas, aportando un punto de vista distinto y original, nunca antes tratado, con una premisa emotiva y coherente, potenciada por unos efectos especiales revolucionarios, sobretodo en la caracterización del simio César, mediante el uso de la tecnología del CGI (captura de movimiento por ordenador), llevada a cabo por el genio Andy Serkis, que ya maravilló con su Gollum de la saga "El señor de los anillos", de Peter Jackson.
Con todo, el listón estaba más que alto, y la responsabilidad de realizar una secuela digna era una ardua tarea, la cual finalmente recayó en el director Matt Reeves, autor de la interesante "Monstruoso" (Cloverfield, 2008) y el competente remake de "Déjame entrar" (Let me in, 2010), que no solo lo ha hecho bien, sino que ha conseguido superar a su predecesora.
Ambientada diez años después de la primera, un grupo de simios muy evolucionados, capitaneados por César, se convierte en la raza dominante del devastado planeta Tierra. La única amenaza para su desarrollo la representa un grupo de seres humanos que han sobrevivido al virus, que tras una tregua de paz, está a punto de estallar una guerra que determinará cuál será la raza dominante.
A pesar de que en un principio se podría pensar que la historia iba a quedar más descuidada, el trío de guionistas (compuesto por Rick Jaffa, Amanda Silver y Mark Bomback), han logrado construir un guion sólido, en el que las motivaciones de cada uno de los personajes, tanto del bando de los simios como de los humanos, están muy bien descritas, y continua los hechos relatados en la primera entrega de forma certera y verosímil.
Destaca también la impresionante factura técnica, con unos asombrosos efectos especiales que quitan el hipo, y que ayudan a darle credibilidad a la historia (sirva como ejemplo lo realistas que se ven a los simios montados a caballo); asimismo, el trabajo del plantel de actores es magnífico, en el cual Jason Clarke, Gary Oldman, Keri Russell le dan empaque al filme; y sobretodo como Andy Serkis se pone en la piel del simio César, con una caracterización a base de captura de movimiento que mejora exponencialmente a la de su predecesora, que consigue captar todas las emociones y matices del personaje de manera realmente espeluznante, sin perder ni un atisbo de la carga dramática y adueñándose de la pantalla. En menor medida, es notable el personaje de Koba, interpretado por Toby Kebbell (también por CGI), que se erige como el contrapunto perfecto al personaje de César.
En conclusión, "El amanecer del planeta de los simios" es un blockbuster veraniego muy potente, que nos trae una historia interesante, con sus dosis de emotividad, y con unos virtuosos efectos especiales que enaltecen al filme hasta el extremo de rayar la obra maestra.