Angelo Roncalli, nacido en Sotto Il Monte en 1881, es conocido por su profunda espiritualidad, así como por su extraordinaria bondad desde los primeros años de su vida. Cuando siente la necesidad de servir a Dios, Angelo va a estudiar teología en Bérgamo y en la Escuela Apollinare (Roma) y se convierte en sacerdote. Durante sus estudios, conoce a sus dos amigos más queridos: Mattia y Nicola. Muy pronto, la mayoría de las personas ven talentos maravillosos en él, incluido su amplio conocimiento y una constante disposición para el sacrificio. De tal forma que La Santa Sede lo envía a varios lugares como representante de la Iglesia. Cuando Pío XII muere, el 9 de octubre de 1958, Angelo, de 77 años, va a Roma, al cónclave para elegir un nuevo papa, para su sorpresa él será eligido como sucesor.