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    Steve Jobs
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    3,2
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    22 Críticas del usuario

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    L.
    L.

    164 usuarios 45 críticas Sigue sus publicaciones

    3,0
    Publicada el 17 de enero de 2016
    Una completa decepción. Una película entretenida que no se atreve a profundizar ni en los claroscuros de Steve Jobs ni en el creativo mundo de Apple. Es como ver un capítulo muy largo de 'The Newsroom', pero sin toda su intensidad dramática. Una pena que no sepan aprovechar el material para ofrecer un producto interesante, o al menos mínimamente atrevido.
    cine
    Un visitante
    0,5
    Publicada el 16 de enero de 2016
    Una decepción, mis espectatibas estaban mas altas a como es por como lo habían presentado en el tráiler, la película no presenta todos los logros y todo lo que ha hecho Steve Jobs, una decepción.
    Jesus G.
    Jesus G.

    112 usuarios 37 críticas Sigue sus publicaciones

    3,5
    Publicada el 14 de enero de 2016
    Hacer una muesca en el Universo. Darle a la mente humana su bicicleta particular. ¿Pueden los ordenadores ser cuadros? ¿Obras de arte ideadas por el imaginario de un hombre? Steve Jobs creía que sí. Y convenció a medio mundo de ello. Danny Boyle dirige con determinación este atípico biopic sobre el cofundador de Apple, de cuyo guion se ha encargado Aaron Sorkin, aclamado por otros trabajos como “La Red Social” (2010), con la que “Steve Jobs” (2015) comparte ciertas similitudes, ya que también iba a ser dirigida por David Fincher. Una pena que acabase saliendo del proyecto.

    La estructura narrativa de la obra es original, sencilla y solvente. No es casual que estas características sean comunes en los productos de la manzana mordida. La película consta de tres partes, tres actos muy bien diferenciados que corresponden a los momentos previos de tres presentaciones de productos icónicos en la vida de Steve Jobs: la presentación del Apple Macintosh en 1984, la del NeXT en 1988, y finalmente, la del iMac en 1998. Como curiosidad, fue Lope de Vega, durante su etapa de teatro barroco (revolucionario en su tiempo) el primero en estructurar la obra en tres actos claramente diferenciados, y no en cinco, como se venía haciendo hasta entonces. El “Fénix de los ingenios”, llamado así por Miguel de Cervantes al haber sido uno de los autores más prolíficos del siglo de Oro del teatro español, fue también quien se encargó de romper las normas que encorsetaban al teatro antes de su etapa dorada, por lo que podríamos decir que sí, Lope de Vega, como Steve Jobs, también era una visionario.

    Durante el tiempo que precede a esas presentaciones, que nunca, bajo ningún concepto, podían empezar tarde, podemos ver a Steve Jobs enfrentándose a los problemas que más marcaron su carrera, tanto profesional como sentimentalmente: la obsesión por el control, los obstáculos que le suponían las relaciones humanas, la paternidad o las diferencias de visión con sus coetáneos dentro de la empresa. La banda sonora se integra perfectamente en los momentos dramáticos de la película, coincidiendo con la aparición de pequeños flash backs puntuales que ayudan a construir la trama argumental, y que ofrecen al espectador la suficiente información como para despertar en ellos la curiosidad sobre la historia de un hombre extraordinariamente complejo.

    Lo cierto es que el guion de Aaron Sorkin ofrece más preguntas que respuestas durante todo el metraje, al menos desde mi posición, la de alguien que no ha indagado demasiado en la vida del genio/sociópata. Pero eso sí, he disfrutado hartamente de las frases lanzadas como cuchillos a través de pasillos y bastidores.

    Michael Fassbender consigue meterse dentro de la piel de uno de los personajes más representativos de nuestra época, exhalando talento en cada matiz de su interpretación, lo que bien le podría valer como aval en esta temporada de premios cinematográficos. Todo son halagos también para Kate Winslet, Jeff Daniels y, especialmente, Seth Rogen, al que estamos acostumbrados a ver en comedia, y que demuestra aquí que su capacidad para el drama es bastante notable.

    Es necesario elogiar el trabajo del reparto en una película en la que las interpretaciones y los diálogos actúan como el armazón que evita que todo se desplome. Steve Jobs creía que la mente humana necesitaba de una “bicicleta” para alcanzar el máximo de su potencial, y a ello se dedicó en el diseño de sus productos. Aaron Sorkin consigue precisamente esto con su guion, regalando a los actores su bicicleta particular, con la que consiguen sacar el máximo partido a sus apariciones en escena. Steve Jobs estaría orgulloso, pues como él decía, la creatividad consiste en conectar cosas, o en definitiva, en tocar la orquesta.

    Para finalizar, no puedo evitar preguntarme qué habría sido de este proyecto si hubiese continuado en manos de David Fincher. Danny Boyle no hace un mal trabajo, de hecho se contiene, dejando el escenario libre para su compañero guionista, pero a la hora de rematar el tercer acto, la cosa decae un poco. Parece que es necesario que el público se reconcilie completamente con Jobs, que lo entienda, que empatice con el genio y se olvide del sociópata, y bueno, puede que funcione con algunos, pero no con aquellos que esperábamos más sombra en lugar de luz, más Fincher y menos Boyle. Nos queda el consuelo de poder ver cuando queramos el retrato sobre Mark Zuckerberg que David esbozó en la fantástica y anteriormente mencionada: “La Red Social” (2010).
    cine
    Un visitante
    1,0
    Publicada el 12 de enero de 2016
    No gasten plata ni para alquilar ésta película,es un desastre,muy aburrida,mucho diálogo,demasiado larga y pesada!!!!
    Beatriz López Velasco
    Beatriz López Velasco

    96.874 usuarios 455 críticas Sigue sus publicaciones

    4,0
    Publicada el 27 de enero de 2016
    Han pasado más de cuatro años de la muerte de Steve Jobs, el cofundador de Apple, y su figura sigue causando interés y fascinación. Si en 2013 se estrenó Jobs con un sorprendente Ashton Kutcher en el papel del empresario visionario, ahora llega una nueva película dirigida por Danny Boyle (Slumdog millionaire, Trance) a partir del libro biográfico que el propio Steve Jobs encargó escribir a Walter Isaacson.
    La trama de la película se desarrolla en torno a tres momentos claves en la vida de Steve Jobs como son los lanzamientos de tres productos muy distintos, en 1984 del ordenador Macintosh, en 1988 el NeXT Computer y en 1998 el primer ordenador iMac. Minutos antes de cada presentación, mientras Steve repasa su discurso, pone a punto su vestuario, exige a sus colaboradores que todo este perfecto y se preocupa del más mínimo detalle, tiene que sacar tiempo para resolver conflictos familiares con su hija Lisa y la madre de esta y atender a viejos colaboradores como Steve Wozniak o John Sculley, siempre con la ayuda de Joanna Hoffman, jefa de marketing y su más leal colaboradora.
    Este no es un biopic al uso ya que la narración se estructura en torno a tres momentos concretos en la vida del personaje. El guion elocuente y perfecto de Aaron Sorkin, que ganó el Oscar por el libreto de La red social y acaba de ganar el Globo de Oro gracias a esta película, da mucha importancia a las palabras, veremos conversaciones, discursiones y hasta enfrentamientos que mantiene Jobs con todos los que son, o han sido, importantes en su vida: Joanna Hoffman, Steve Wozniak, John Sculley, Andy Hertzfeld, Chrisann Brennan y Lisa Brennan-Jobs, todo ello minutos antes de subir puntualmente al escenario para hacer las distintas presentaciones.
    Esta conversaciones, algún que otro flashback y su manera de encarar los problemas nos permitirán profundizar en la personalidad de Steve Jobs para ver el hombre que se esconde detrás del mito, un retrato no siempre favorable pues se nos muestra como un tipo arrogante, egocéntrico, fanático del control e incapaz de reconocer que puede estar equivocado. Sin duda, valores que le hicieron no rendirse, sobreponerse al fracaso y convertirse en el genio visionario que ha sido.
    Fascinante Michael Fassbender dando vida a Steve Jobs, el talento de este actor es de sobra conocido (Shame, 12 años de esclavitud, el reboot X-Men), en esta ocasión es capaz de recrear un personaje donde lo importante no es el parecido físico (que lo tiene) sino lo que dice en voz alta y lo que podemos intuir que se desprende de sus palabras. Sus escenas con Kate Winslet son apasionantes. Ella acaba de ganar su cuarto Goblo de Oro gracias a la magnífica interpretación que hace de Joanna Hoffman, un personaje que ejerce de conciencia de Jobs y le mantiene en contacto con la realidad, “controla tus expectativas” podría ser su lema.
    Seth Rogen (Juerga hasta el fin, The interview) es Steve Wozniak, cofundador de Apple y empeñado en que Jobs dedique unas palabras de reconocimiento al equipo del Apple II. Jeff Daniels (Dos tontos muy tontos) interpreta a John Sculley, el CEO de Pepsi al que Jobs fichó para Apple y que terminó despidiéndole por eso, aunque representa una figura paterna para Jobs, se niega a perdonarle. Michael Stuhlbarg (Boardwalk Empire) es Andy Hertzfeld, un miembro del equipo original de Mac. El lado más vulnerable del empresario lo veremos cuando interactúa con Katherine Waterston (Animales fantásticos y dónde encontrarlos) interpretando a su ex novia Chrisann Brennan y Perla Haney-Jardine, Ripley Sobo y Makenzie Moss que interpretan a su hija Lisa en las distintas edades que aparece en la película (19, 9 y 5 años).
    Un retrato no excesivamente amable de la figura de Steve Jobs que nos permite descubrir el lado más humano y vulnerable del mito, aunque lo más destacable de esta película es la estructura narrativa y la poderosa interpretación de Fassbender.
    Alicia D.
    Alicia D.

    97 usuarios 37 críticas Sigue sus publicaciones

    2,5
    Publicada el 11 de enero de 2016
    En medio de un guión excelente, se esconde el retrato de una historia célebre y sugerente centrada en tres momentos de impacto, sin embargo, uno acaba echando de menos más, sabe a poco el ruido provocado por la crítica y el espectador tiende a experimentar cierta decepción. Demasiado cautelosa en la escenificación. Lo mejor, el tremendo parecido del actor con el Steve Jobs real que te introduce en la historia con mayor énfasis. Lo peor, lenta en muchos puntos que lleva a que te pierdas con facilidad.
    cine
    Un visitante
    4,0
    Publicada el 9 de enero de 2016
    Interesante y demoledor retrato de un mito. Una película que podría clasificarse de honesta, profunda y brillante. Honesta porque nos muestra un lado humano fácilmente identificable por cualquiera. Profunda porque tras esa normalidad late un genio que siempre hizo las cosas a su manera, y se ve. Brillante porque la manera, interactos, de contar la peli nos pone siempre al límite, un poco como sucede en la cotidianidad del prota.
    En resumen, si te interesa el personaje no te la pierdas. Si no sabes nada de Jobs, lee su biografía y después ve la peli. Si te la repantinga, gástatelo en vino.
    Lourdes L.
    Lourdes L.

    129.903 usuarios 920 críticas Sigue sus publicaciones

    3,0
    Publicada el 6 de enero de 2016
    ¡Tócala otra vez, Steve Jobs!, que tu público espera.

    Creo que éste es el principio de una bonita amistad..., si no te pierdes por el camino pues, complicado saber, después de verla, lo que se piensa de esta imponente figura, confuso descifrar una opinión concisa de este irrepetible hombre, tan enigmático y severo como visionario; tres presentaciones, de tres prototipos, como base para mostrar al genio inventor y al mermado padre, dos rotundos fracasos, un triunfo inolvidable y la subida al olimpo de los perpetuados dioses por una fiel audiencia que lo ama, venera, elogia y besa el suelo por donde pisa.
    Pero, ¿realmente se conoce a la persona?, ¿o sólo a la imagen que vende? Aquí se intenta unir ambos extremos en una incesante audición dialéctica agotadora, estresante y extenuante; la cara pública que todos conocemos, la diseñada performance que ofrece en el escenario no se muestra, está al acceso de cualquier, pero aquello que tenía lugar entre bambalinas, los minutos previos a tan vigorosa actuación, donde todos parecían ponerse de acuerdo para solicitar su atención y sincerarse con el maestro -o diablo, según se mire- es la salsa de este menú servido a tres platos, con un postre delicioso y un primero y segundo amargos, que no por ello dejan de formar parte de esta insólita personalidad que arrastraba muchas deudas emocionales y que concentraba su atención y esfuerzo en aquello que podía controlar, un rechazo a las emociones, base de una frialdad como máscara para sobrevivir y triunfar.
    Por un lado, el progreso ascendente del padre testarudo que se niega a ser reconocido, por otro el meticuloso diseñador que sabe lo que quiere pero no dispone de las armas y tecnología para hacerlo presente, pues su inventiva e imaginación van más por delante que la práctica de la que se dispone; ambos monstruos horribles y seductores, encantadores de serpiente que atraen y fascinan igual que muerden y envenenan, una extraña mezcolanza que se alterna, con velocidad acelerada, a un malabarismo que, por muy loco y vertiginoso que resulte, le mantiene fijo en la cuerda como experto, conciso y exigente equilibrista a quien no le importa el resto del equipo, únicamente que el cable esté tenso y firme para mantenerle sereno y triunfante en su éxito.
    Magnífico Michael Fassbender, sensacional actuación que te transporta al espíritu de este soñador, ya por siempre eterna leyenda, con fluidez magistral y sentida sensibilidad oculta tras esa perenne tensión polemista que mantenía en su vida, lo manejaba todo al tiempo, con medido estrés y decoro que no permitía le alterara un pelo de su cabello ni una arruga de su rostro; impecable por fuera, ebullición por dentro, impresionante guión que no deja fuera un ápice de lo que allí se vivía, la angustia, nerviosismo, demanda, exigencia, enfrentamiento, honestidad, agonía y capacidad loable de encararlo todo con vistas a esa presentación que cambiaría el mundo.
    Y lo consiguió, cambió y transformó la vida de las personas, por lo que nunca será olvidado pero, este poderosa y vibrante cinta de Danny Boyle, hace que resulte difícil seguir los pasos de tan excelente artista, al tiempo que te desconcierta su actitud como padre; un mareado espectador que no tiene capacidad para absorberlo todo, debido al frenético ritmo con el que se juega, que perdido va a la estela de este portento recogiendo los restos y haciéndose una idea de la eminencia servida pero, imposible asumir tanto desmadre, cabo suelto conectado sólo en su cabeza, con la rigidez gélida que sólo él disponía para dirigir la orquesta, sin tocar ningún instrumento.
    “Soy como Julio Cesar, rodeado de enemigos”, y no le importaba, necesarios obstáculos que llevan a la gloria de una victoria ansiada y codiciada que le costó lo suyo, no queda claro el recorrido profesional del personaje, tampoco su desarrollo como adoptante de la figura paterna, sagaz ilusión que expone retazos claves y peculiares para que sea la concurrencia quien conforme la notoriedad de este individuo desde ambos márgenes; el logro total no es seguro, es rápida, abrumadora e inquieta, excitación que te trae de cabeza al ser arduo seguir sus huellas sin turbación y desconcierto, inteligencia que colapsa a unas capacidades de a pie que cogen al vuelo, y como pueden, toda la información vertida.
    Capta tu atención, asombra su exposición, deslumbra su interior, agita su descubrimiento, carácter estricto y desagradable cuyo temperamento era infranqueable y mortífero, una meta, un objetivo, todo lo demás accesorios prescindibles pero, incluso a la anhelante celebridad se le interponían detalles minuciosos de unos sentimientos profundos que tenían su peso en una recóndita alma, que por escondida no significaba que no estuviera bombeando a un corazón maltrecho, que escogía a dedo a quién permitir la entrada.
    Un singular y agresivo guión, más una ardiente y penetrante interpretación son la clave de una película enérgica, hiriente, feroz y cautivadora que presenta, en constante intercambio, al lumbreras externo y su miseria privada en un personal circuito cerrado que permite su entrada pero, que puede provocar asfixia, al tiempo que perturba y agota; querer discernir y comprender, gustar y disfrutar no es lo mismo que lograrlo, no es difícil quedarse varado en un rincón de la sala, escuchando al sabio ególatra seguir su discurso en tablas, mientras te conviertes en un secundario prescindible, como lo eran todos, menos el susodicho para si mismo.
    Se valora aunque, el sabor captado está revuelto; sin arrepentimiento de verla, su consumo fatiga.

    Lo mejor; su intérprete y la narración con la que cuenta.
    Lo peor; se mira el ombligo, sin tener en cuenta incluir a la audiencia.
    Nota 6,5
    cine
    Un visitante
    0,5
    Publicada el 4 de enero de 2016
    2 horas de película, lamentable, un manifiesto anti-apple en toda regla. Centrada básicamente en destrozar la imagen de Steve Jobs. Una pena que no muestre sus logros como el ipod, iphone o ipad,..., ideales, discursos, etc. y se centre en el punto de vista más "salvame deluxe".
    cine
    Un visitante
    0,5
    Publicada el 4 de enero de 2016
    infumable agonico culebron rodado en la parte de atras de un cine cutre. Se centra en 2 detalles hasta el hartazgo. Que decepcion,
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