Cuando Inglaterra fue socialista
por Israel ParedesA pesar de la fuerte tradición documentalista británica y de sus intereses político-sociales, Ken Loach no ha sido nunca un asiduo del documental, lo cual resulta en cierto modo extraño. Si bien algunas de sus obras poseían algunos elementos que remitían al mismo, sobre todo a la hora de visualizar el contexto espacial de sus narraciones y en el tono didáctico que a veces imprimía a su discurso, el cineasta británico parecía no encontrar en el documental una herramienta para desarrollar sus ideas. Ahora lo ha hecho con un proyecto como El espíritu del 45, que aparte de su aspecto de película normal se engloba dentro de un desarrollo más amplio, sobre todo en Inglaterra, al utilizar la obra como vehículo de apertura de debate que, principalmente en las redes, ha tenido una cierta resonancia, estrenando la película en salas, en Internet y en DVD al mismo tiempo en busca de una mayor repercursión.
El espíritu del 45 se estructura en dos partes conectadas pero diferenciadas. En una primera parte, Loach desarrolla con detalle las medidas que, tras las Segunda Guerra Mundial, se llevaron a cabo por el Partido Laborista al llegar al poder nacionalizando las industrias, la seguridad social, la vivienda… en busca de no volver al paro y a la pobreza de entreguerras, renovando y reconstruyendo el país a base de una política verdaderamente socialista. Durante esta parte, la documentación de archivo y los testimonios de supervivientes de aquella época y periodistas actuales se dan la mano para entregar una mirada lo más amplia posible sobre el momento, si bien, y quizá no podía ser de otro modo dadas las intenciones de Loach, ejemplificadas en la segunda parte, la visión es unidireccional y, si no manipuladora sí en ocasiones algo panfletaria y sin una profusión analítica lo suficientemente incisiva. Pero los datos resultan reveladores y la metodología de Loach, clásica dentro del documental, no busca innovar sino exponer con claridad a base de imágenes, testimonios y datos lo que sucedió en un momento en el que Inglaterra parecía que, política y socialmente, de verdad, tomaba el camino del socialismo más puro.
Tras este desarrollo expositivo, el documental procede a crear una elipsis de varias décadas para situarse en 1979 con la llegada al poder de Margaret Thatcher, mostrando su famoso discurso citando a San Francisco de Asís como cita introductoria a su mandato, sobre el cual va pasando Loach para mostrar el desmantelamiento sistemático de aquello que la primera parte ha mostrado. Se entiende la elipsis temporal en cierto modo, pero se echa de menos el saber qué sucedió en Inglaterra entre esos dos momentos, qué pasó para que el país entrara, junto con el resto de Occidente, en una crisis general tan parecida a la que vivimos en estos momentos. Sin embargo, Loach busca crear una unión temporal de lo que fue y pudo haber sido y lo que acabó siendo para, tras ese análisis del thatcherismo un tanto celérica, centrar su atención en el día de hoy, el verdadero motivo, entendemos, de El espíritu del 45, mostrando malestares parecidos, problemas similares, soluciones posibles.
La idea es clara: la crisis actual requiere una salida tan radical como aquella, aunque Loach olvida en determinados momentos que los contextos son totalmente diferentes y que la socialización llevada a cabo por el Partido Laborista de entonces, ahora, quizá sería inviable. Pero lo interesante es aquello que Loach plantea antes que aquello que desarrolla, es decir, lo relevante de El espíritu del 45 es que busca abrir debate, agitar conciencias, mostrar que la lucha por un mundo más justo y socializado es posible. El poso utópico es claro, pero no por ello deja de ser estimulante. Las conexiones epocales existen, pero los caminos deben ser otros. Esto hace de El espíritu del 45 una obra imprescindible en la actualidad a pesar de sus deficiencias metodológicas y su panfletarismo ocasional, pero nos quedamos con la utilización del documental como otrora los grandes documentalistas británicos hicieran: como herramienta social y política, abierta, en busca de debate y de discusión, como una ampliación de aquello que se debate en otros lugares.
A favor: Que el documental plantea cuestiones muy relevantes para nuestro presente.
En contra: El siempre tono didáctico de Loach.