¿Cómo puede ser Moisés aburrido?, ¡esa figura mitológica-valiente héroe existente para otros que salvó a un pueblo entero de la esclavitud y que pasó horrores indescriptibles y tuvo una vida apasionante de giros y desenlaces suculentos!, ¡si sólo con pronunciar su nombre, MOISÉS, ya se intuye el fantástico y apoteósico blockbuster que se puede generar!, ¿cómo puede hacer, Ridley Scott, una película sobre el éxodo, con todos los medios técnicos, económicos y de reparto a su alcance, tan sosa y carente de estímulo donde te duermes, acabas bostezando y mirando el reloj para ver cuánto queda?, ¿y dónde quedó la espléndida escena de separación de las aguas del mar Rojo?, ¿es que alguién puede olvidar esa sensacional imagen de Charlton Heston, con su barba y túnica, en "Los diez mandamientos" del 56 golpeando con su bastón mientras se abrían las aguas y pasaba el pueblo para ponerse a salvo? ¿151 largos minutos y ni siquiera se digna a rodarla? ¿cómo puede un guión ser tan débil y flojo cuando su trama argumental está recogida en uno de los más grandes libros de acción, guerra, venganza, muerte, traición, heroísmo, valentía, fe, superación, aniquilación, castástrofes, plagas, inundaciones, sacrificios etc, etc, etc?
A poco que sepas de su historia, se sabe que Moisés es una figura del judaísmo, islamismo y cristianismo cuya historia aparece en las Sagradas Escrituras, encomendado por Dios para librar al pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto a través del éxodo a la tierra de Israel siendo su primer profeta y legislador; si se busca más, se descubre que se le atribuye la escritura del Pentateuco -los cinco primeros libros sagrados-, que recibió los diez mandamiento de Yahvé en el monte Sinaí, que se asume vivió 120 años y que tenía problemas en el habla aunque, todo ello se pone en duda, tanto la existencia de este iluminado, más allá del relato religioso, así como la validez de los escritos mencionados por los expertos ante la falta de evidencias arqueológicas y pruebas históricas que den constancia de ello pues, se considera fue una invención mítica para dar esperanza y fe a un pueblo oprimido y necesitado pero, para creyentes, Dios le habló desde una zarza que ardía sin consumirse y le dijo: "No te acerques, quita el calzado de tus pies porque ésta tierra santa es, soy el Dios de tu padre, de Abraham, de Isaac y Jacob, he oído el clamor y la aflicción de mi pueblo a causa de sus opresores, he descendido para liberarlos y llevarlos a unas tierras anchas donde fluye leche y miel, te envío al faraón para que saques a mi pueblo de Egipto, Yo soy el que Soy".
De verdad, después de leer esto ¿no se te recrea en la mente un espectáculo grandioso mucho mejor que el visto? Porque sí, sin duda alguna, mucho efecto especial, imágenes deslumbrantes y fotografía impactante pero..., se queda en marco decorativo vacío de una pintura que ni destaca ni sobresale ni causa impacto mínimo que impresione tus ojos, derrita tu alma, acelere tu corazón y no permita dejar de observar un mínuto ante la expectación creada.
¿Cómo pueden mis oídos no estar cautivados ante la maravilla de guión que debería haber salido de las manos de Steve Zaillian ante tanto fantástico, increíble y sabroso ingrediente?, a cambio, sólo pasan el rato entre escena y escena, atraídos por alguna, ausentes de atención suprema ante la mayoría.
Nunca creía poder decir que Moisés no luce en su propia historia, que Christian Bale sale poco compensado ante tanto esfuerzo perdido y que, Ridley Scott, ¡que son muchos minutos para aguantar algo que sólo cuenta con excelente escenificación, genial vestuario, mucho maquillaje, paisajes desoladores de ensueño pero con unos intérpretes que se quedan desnudos ante la falta de material emocionado, vivaz, sugerente y atractivo que atrape al espectador y no lo suelte!
Técnicamente soberbia, humanamente ¡un desastre!
Esperaba muchas cosas pero, no esperaba aburrirme, ¡la verdad!
¿Estamos ante una temporal "Fuga de cerebros", talento, habilidad y gracia para fascinar, emocionar y cautivar al espectador? ¿O es permanente? porque entras con ilusión y curiosidad y sales desolada y desértica como su árido pasiaje, porque hace tiempo que este director ¡no brilla, sólo enfría!