No es por dinero, no es por placer, ni por el sexo ni por el poder..., es porque puede; le gusta el previo, el juego de la cita con un desconocido, la sorpresa y suspense de cómo será; le gusta el regodeo posterior, recordar y endulzar el momento vivido; justamente, donde no siente nada y finge es en el acto, en el preciso momento por tanto..., por qué no cobrar?, por qué no pagar lo que tanto desean?, búsqueda de una chica joven y bonita! La belleza y frialdad de la actriz protagonista lo abarca todo, captura la cámara en un sentido intimista, delicado y de gran finura que te atrapa y hechiza; sólo cabe seguir sus pasos y conocerla, tratar de entender su proceder y su esencia más íntima. El trabajo del director es sencillo: un no-destacar, un saber apartarse que se observa en la brillantez y lucimiento del resultado final, un dejar hablar a la historia, al propio guión y al personaje, mostrar la sequedad de un espíritu viciado que empieza a conocer su alcance, el dominio de su campo de actuación; experimentar con el cuerpo, descubrir la poderosa arma que puede llegar a ser, juego peligroso de pero de gran atractivo y enormemente gustoso, adictivo todo ello tratado con gran elegancia y calidez pero sin la esperada maldad visual, sin regodearse en los sinsabores de los bajos mundos de la mercancía sexual; explosión de mucha frialdad y una ausencia total de sentimientos afines a la otra persona. Consigue engancharte, preguntarte por sus motivos y querer profundizar, conocer a su bella y bonita intérprete; vacío momentáneo de tu presente llenado temporalmente con un relato sencillo y breve pero de impacto sobrio y efectivo sobre tu persona. Funciona su efecto y se disfruta; acertado planteamiento y positivo rendimiento final para placer del público asistente.