Opiniones sobre Ismael

Ay Marcelo Piñeyro, que cerca has estado, que poco te ha faltado para redondear este buen trabajo!!! Qué hacer con el inevitable resquemor, el no satisfecho ni completo saboreo de lo degustado!!! Al poco de su comienzo -y por desgracia se confirma-, ya puedes intuir que no será tan penetrante, que no tendrá tanta fuerza como esperas; a pesar de su buena venta publicitaria, de los actores que intervienen, de tratarse de cine humano, de relaciones personales, sensible y dramático..., fácilmente se deduce que la trama y el guión no tienen el nivel deseado, que sustentan una flojera, debilidad, tanto en los quebradizos diálogos como en las rompibles situaciones escénicas y que acaba afectando a todo el conjunto. Dado el esfuerzo de abrir diferentes frentes -todos ellos con esperanza de intenso y hondo calado- es desalentador que no logre desarrollar ninguno en concreto ni darle la importancia requerida -con el hijo es superficial y liviano, con la madre deja intuir mínimos pedazos que no dicen nada, con la joven apenas un firme momento de intensidad-. Navega con demasiada comodidad por supuestas aguas turbulentas nunca encontradas; unas turbulencias que se declaran por anticipado, que se desean observar pero que ni arrancan ni sientes en ningún momento. Dada su duración y los elementos daba para un menú de primera índole y calidad pues, los personajes te gustan, los quieres fácilmente, acudes con ánimo positivo a su visionado y durante su proyección la devoras con firme creencia y confianza aunque..., un gustillo a drama débil y endeble, a diálogos de escaso recorrido y trabajo es claramente confirmado. Vas a darle tu aprobación, es bonita y agradable, un grato drama con buena presentación, una fotografía natural y serena y con sensibles y esmeradas actuaciones pero..., no puedo conformarme con un mero aprobado cuando entraba a la sala esperando una presentación de siete hacia arriba!!! Ay Ismael, que pequeño te has quedado con lo grande que parecías!!!

Belen Rueda, Mario Casas, Sergi Lopez, Juan Diego Boto y Larsson do Amaral que es Ismael, un niño negro de 10 años que coge un tren y se va a Barcelona a buscar a su padre, la historia es que el niño va solo, se ha escapado para conocer a su padre. Dirigida por Marcelo Pyñeiro y con una música muy interesante que corre a cargo de Javier Limón. Ismael llega a Barcelona, toca al timbre buscando a Felix, pero quien abre la puerta es Nora y mira por donde se entera de que es abuela. Por otro lado Alika es la madre de Ismael y trabaja en una clínica y al enterarse de que Ismael se ha fugado a Barcelona a conocer a su padre, va a su búsqueda. Alika está con Eduardo, está casada con el, como dice Ismael es su otro padre. Felix es Mario Casas al que le llaman "el loco", Felix se dedica a dar clases a un grupo de chicos marginados, chicos con problemas. La película no amarga, no molesta y resulta agradable de ver, tampoco es una maravilla, pero se cuentan historias de la vida, historias que ocurren de verdad. Creo que sin ser de sus mejores trabajos, tanto Mario Casas como Belen Rueda lo hacen muy correctamente y también resaltar el trabajo de Larsson, el chaval protagonista de la historia; entre todos hacen la historia creíble, la hacen interesante y creo que consigue enganchar bien al espectador, eso que circula despacio, sin prisa. Ahhh también tenemos Sergi Lopez que es Jordy, dirige un hotel y es amigo de Felix, y cumple con lo suyo pero tampoco es para tirar cohetes. Me ha gustado el detalle de la madre e hijo cojeando, jajaja muy ocurrente. La relación de Felix y su madre es complicada, no se llevan muy bien y la llegada de Ismael da un cambio a la situación, es como un soplo de aire fresco. Poco a poco vamos viendo conforme avanza la película, como se va creando un vínculo entre Felix e Ismael. La trama es simple y sencilla, pero también efectiva, creo que es una buena historia, tiene su punto de drama, y por supuesto su inevitable historia de amor, a la vez van circulando otras historias que van encajando unas con otras. La peli es agradable de ver y cuando acaba uno termina con una sensación agridulce, pero sabiendo que has visto algo muy interesante, y con una interpretación correcta de sus actores y actrices.