Un misterioso chaval llega a una pequeña localidad inglesa. Lo ha recogido la policía y el chico se niega a contestar las preguntas de los agentes. A medida que vaya abriéndose con el psicólogo del lugar, el doctor Evans (Robert Ryan), sabremos sobre este singular muchacho que ha huido de su casa y que presenta la cabeza rapada y el cabello de color verde. Descubren que su nombre es Peter Fry (Dean Stockwell) y que es huérfano. Peter acaba siendo acogido por un comprensivo actor retirado y comienza a ir a la escuela. Su vida pronto se asemeja a la de cualquier niño normal hasta que su clase empieza a involucrarse en la ayuda de huérfanos de guerra extendidos por Europa y Asia. Peter se da cuenta enseguida, por su identificación con los niños que puede ver en las imágenes que manejan, que él también perdió a sus padres en la guerra y cuando a hurtadillas escucha en boca de los adultos que una nueva guerra se aproxima, su preocupación irá en aumento.
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