El papel de la una de las víctimas le fue ofrecido a una jovencísima Cybill Sheperd (Taxi Driver, Luz de luna), la cual lo rechazó. Este podría haber sido su debut cinematográfico.
En 2012, el director Quentin Tarantino (Kill Bill, Pulp Fiction) eligió esta película como una de las mejores de todos los tiempos, en la selección realizada por la revista Sight & Sound.