Es imposible no mirar al pasado cuando se trata de películas de superhéroes que han marcado un antes y un después mucha gente lo hizo con la obra maestra de Sam Reimi y otros muchos al Batman de Nolan, o más reciente Birdman y Logan. ¿Pero sabes algo? No es malo comparar, para empezar algo que me encanta de este Batman es la exposición en el guion todos sabemos ya quien es Batman quien es Gordon y quién es Alfred existen en nuestro imaginario colectivo y todos saben que los padres de Batman fueron asesinados incluso si no hemos visto las películas sabemos esto por la cultura Pop. La película nos da la información justa y necesaria sin tener que centrarnos en eso. La trama es directa y va al meollo de la situación, la subtrama se entre mezcla muy bien salvó en cierto momento entre el segundo y tercer acto que parece que se pierde, el ritmo narrativo y de montaje es extenuante en ciertos momentos, no hay nunca silencio y la película pisa el acelerador sobre todo al principio. No paran de ocurrir cosas una detrás de otra, no hay momentos para respirar y me gusta por qué representa de forma perfecta como es ser Batman, por qué no hay momentos para pausas o para el descanso, desde el principio vemos como se le es imposible combatir todo el crimen al mismo tiempo. Por otra parte también es genial como este Batman se desarrolla es un chico en construcción que no es un experto al que le sale las cosas todo el tiempo bien, pero en esencia es muy imperfecto esto le agrega dimensión y lo diferencia de los demás Batman. Le pegan constantemente, en cada pelea sufre mete golpes pero también los recibe, eso hace que la inmersión en la película sea mayor, no es un luchador perfecto y liviano que en una coreografía se libra de todos los malos como si fueran peones de ajedrez, cada pelea es un desgaste de sufrimiento. A nivel de personajes tenemos los antagonistas justos, una subtrama que funciona como catalizadora, Paul Dano como Riddler y su pelea parece que es contra el sistema e incluso de una forma más clara que el Joker de Heath Ledger. La ambientación y el contexto lo son todo, nos creemos que está ciudad está mal y como solo una secuencia nos mostraron. La narración en voz en off le da profundidad y encanto a este Batman, pone el valor sus traumas, dudas y tormentos, nos muestra que a pesar de su constante lucha no es alguien seguro de si mismo y aún así le da igual su preservación. A nivel técnico es una salvajada, matt Reeves es un genio que maneja los claros oscuros como nadie. A él le gusta implantar todo el léxico cinematográfico disponible. Tenemos Snorrycams, Planos aberrantes, Traveling, subjetivos extremos, planos holandeses y un amor por los generales de situación. Incluso el montaje es buenísimo, a nivel visual es una joya. Esta película tiene un parecido en esto a Zodiac y Seven, en cuanto a fotografía es un 10/10, el naranja rojizo casi nebuloso que Greg Freizer que plasma sobre el núcleo urbano es infernal, sucio y muy definitorio de lo que es Gotham.
La dirección de arte en su arquitectura es verosímil, recuerdan al estilo más clásico europeo que termina en estructuras puntiagudas, verticalidad y ornamentación, e incluso La mansión Wayne es una maravilla en sus interiores. La Banda Sonora está basada en la marcha fúnebre de Frédéric Chopin, todos los personajes tienen la suya, la familia Wayne, Selina, Falcone e incluso temas entre varios personajes que evoluciona a lo largo de la película. En fin que The Batman es un peliculón, una película que se sale del estándar de los superhéroes clichés de los cines, una obra artística y con un personaje humano y gris.