Película usa del 2022, de una duración de 175 m., con una valoración de 6/10, bajo dirección de Matt Revés y guion de Peter Craig, y personajes de Bob Kene y Billetes Finger. con un presupuesto de 200 millones. scif.
De todos los superhéroes y villanos del comics versionados, el personaje de Batman es uno de los que mayor valoración media cinematográfica ha logrado.
Resultado de ello son las multiples historias que han sido llevadas a la cartelera, y que han supuesto ser un blockbluster. Los sucesivos estilos y perspectiva de Tim Burton, Joel Schumacher, Christopher Nolan, o Zack Snyder, siempre han despertado el interés comercial del público, haciendo ganar muchos puntos a este genero dinámico y juvenil.
Durante la primera hora, The Batman consigue crear una atmósfera espectacular y siniestra, que despierta la fascinación y admiración del espectador. Vemos a un Batman duro, despiadado, serio (con un inicial gag humorístico de los que hacen época), y que te engancha a la trama desde el primer momento. El problema es que el colosal inicio, no se sustenta en un buen guion, ni en unas actuaciones convincentes, y a partir de esa primera hora, la película se desmorona estrepitosamente por una acuciante falta de ideas, y acaba cediendo al delirio en su parte final, lo que estropea todo el resultado.
El guión se construye alrededor de una trama detectivesca, haciendo un thriller amenazador, fusionado con busqueda familiar perturbadora cuyo argumento adolece de una preocupante falta de originalidad y solidez, que hace que su linea argumental mediocre se diluya como un azucarillo en café a medida que avanza, observando con disgusto cómo se desmorona en sus últimos minutos, con un final absurdo e insatisfactorio, que malogra todo el conjunto.
Cuando por fin se desvela todo el entramado, ya estás aburrido, y te sientes desilusionado y traicionado por el desenlace, cansado por el largo viaje, e incapaz de empatizar con los personajes, lo que hace que infravalores la fantástica experiencia visual que supone ver un Gotham sombrío y acechante, que parece una oscura pesadilla en la que reina la desesperación y el mal en todo momento en cada espacio.
Si por algo destaca este metraje es por su buena tecnica, en concreto por su sombría y rojiza puesta en escena y su original planteamiento inicial narrativo, pues más que una película de superhéroes, parece un thriller oscuro, al más puro estilo de David Fincher (de lo que se abusa actualmente), con una ambientación gótica asfixiante. Pero que pasada la primera hora y media es incapaz de ofrecer algo mas que la lleve a un nivel superior de atracción.
Esta revisionismo del personaje de Batman, prescinde de los orígenes y la motivación de este querido superhéroe. La película arranca en el segundo año de la existencia de Batman, con un hombre murciélago más próximo a un salva patria obnubilado anímicamente que a un superhéroe, que deberá enfrentarse a los enigmáticos acertijos de un confuso enemigo, mientras trata de desvelar la motivación que subyace en los asesinatos que está cometiendo en la ciudad.
Aun así, la película no puede tildarse de fracaso, porque visualmente tiene una brillante puesta en escena. Sin embargo, en su conjunto no logra componer una historia atrayente ni empatica, lastrada por una trama alargada en exceso, con unos personajes poco inspirados, en especial por su partener villano, que individualmente no están mal, pero que no acaban de funcionar en su esencial juego, con unas escenas de acción (persecución automovilística incluida), que no aportan nada especialmente significativo a la película, ni a la trama que se desarrolla en la misma.
Uno de los problemas de la película, radica en la interpretación de un Robert Pattinson que, aunque ha evolucionado como actor estos últimos años, dota a su personaje de muchos defectos y clichés, con una mirada vacía, perdida, melancólica, triste y apagada, interpretando un Batman angustiado y taciturno, incapaz de transmitir energía, fuerza, y la determinación y el espíritu de este personaje. De hecho, apenas vemos nada de Bruce Wayne, lo que nos priva del lado humano del superhéroe, que siempre es una de las vertientes más apreciadas del protagonista, y que esta vez subraya una historia paternal mal encajada.
El resto de actores de la película están a buen nivel, pero apenas tienen tiempo para lucir.
Zoë Kravitz está deslumbrante como Catwoman, pura sensualidad y magnetismo, robándole planos una y otra vez a un gris Robert Pattinson. Sin embargo, su papel se ve desdibujado por la absurda trama que le rodea, y el director no sabe sacarle partido al personaje que compone brillantemente la hija del músico Lenny Kravitz.
Paul Dano luce al principio como el enigmático villano Riddler al principio, aunque con un personaje confuso que divaga en la admiración-odio, y que una vez desvelada su identidad, se derrumba estrepitosamente, entre gritos y ruiditos infantiles.
John Turturro como Carmines Falcone compone uno de esos villanos altivos que destila clase y estilo a raudales, y es capaz de darle magia ante las escasas apariciones de su personaje.
Un irreconocible Colin Farrell realiza una convincente versión humana de Pingüino, pero se ve lastrado por el arriconamiento de su personaje, en que igual podría suprimirse de la trama sin que se alterase el resultado de la película ya que apenas aporta nada a la misma, y que da la sensación de estar metido con calzador.
Y, finalmente, Andy Serkis demuestra, una vez más, que es la mejor elección para componer a un personaje de CGI, pero es incapaz de lograr cualquier sentimiento en una interpretación de carne y hueso, pasando de estirado mayordomo Alferd Pennyworth ha un mentor ayudante.
Al final todo se puede resumir en un desaprovechado voluminoso presupuesto en la que su director se salva pero no convence, ante el nivel de otros maestros de la dirección que exprimen mejor el producto..