Crítica de SensaCine.com para El bosque: Lo simple y lo raro

Me queda la duda de saber si 'El bosque (El bosc)' sería mejor si apostara con fuerza por su faceta más extraña y radical en vez de dejarse llevar por las convenciones de los filmes en torno a la Guerra Civil. Me entra la duda, básicamente, porque lo que más me agrada de la última película de Òscar Aibar es la fricción entre un relato al uso y un elemento que lo desestabiliza por completo. El argumento es sencillo: una mujer debe quedarse en su masía con su hija pequeña, mientras se le instala un grupo de voluntarios estadounidenses, mientras un oficial del pueblo hace todo lo posible para conquistarla y mientras (aquí comienza lo raro) su marido se esconde de los anarquistas adentrándose en una misteriosa puerta luminosa que da a otro mundo.

Aibar filma el pueblo y la masía con sencillez, impidiendo que lo fantástico entre en el relato histórico (como sí ocurre en otras películas de género fantástico sobre la Guerra Civil como 'El espinazo del diablo' o 'El laberinto del fauno (El laberinto del fauno)'). Eso sí, define perfectamente los espacios, sobre todo el de la masía, que desde sus ventanas avista el pequeño bosquet que esconde la puerta luminosa. Los recursos son simples, pero en el vínculo entre ambos sitios está el núcleo del relato.

La estructura de 'El bosque' define la tesis de la película: el marido permanecerá ausente durante buena parte del metraje, mientras la esposa, que no hace más que guardar la casa familiar, se convierte en heroína cotidiana. Aibar trabaja básicamente sobre el fuera de campo. Nunca veremos qué hay detrás de la puerta luminosa (en una decisión que no sólo recuerda a un cine de serie B, sino que reafirma el discurso del filme en torno a quién es el auténtico protagonista del filme: aquel que permanece y aguanta las miserias de la guerra). El final de la película rompe esta norma, pero acentúa aun más la sensación de tensión entre una comicidad excéntrica y la Historia.

A favor: El uso del fuera de campo y la rareza de su final.

En contra: La simplicidad de algunos pasajes.