La película ha tenido su estreno mundial en el Festival de Cannes de 2016, fuera de concurso.
Cuando Jodie Foster pisó Cannes por primera vez sólo tenía trece años. Entonces era la joven estrella de Taxi driver (1976). Cuarenta años después, y con dos Oscar en su haber, la actriz y directora ha vuelto al Festival de Cannes con Money monster (2016), su cuarto filme como directora.
La premisa de Money monster es un secuestro televisado en directo. No es el primer film en el que unos secuestradores retienen a un grupo de personas mientras la televisión retransmite el evento. Ya lo vimos en películas como Tarde de perros (1975) o Mad City (1998), y también en el primer episodio de la serie Black Mirror. Un ejemplo patrio de secuestro que acaba llamando la atención hasta de la tele es La estanquera de Vallecas (1987).
La directora ha revelado que fue idea de George Clooney que su personaje comenzara el programa de televisión bailando.
Debido a cuestiones de agenda, Julia Roberts y George Clooney casi no trabajaron juntos en la película. De hecho, Roberts rodó todas sus escenas en las que está frente al monitor mirando un croma verde que había en la pantalla.
En Money monster, George Clooney interpreta al presentador de un programa de televisión especializado en finanzas. En su faceta como director, Clooney ya había abordado en Buenas noches, y buena suerte (2005) el oficio del periodista. En aquella ocasión, la reflexión era en torno a la libertad de expresión en los años 50, durante la oscura época del macarthismo.
Según el actor George Clooney, la película pretende meditar sobre el papel que tienen los medios de comunicación. Y en concreto, según sus palabras, el film reflexiona sobre "el peligroso momento en el que los noticiarios han dejado de centrarse en informar para dedicarse a entretener y ganar dinero".
Con Money Monster la actriz vuelve a ponerse detrás de la cámara. Se trata de la cuarta película que Jodie Foster dirige. Las anteriores fueron El castor (2011), donde también actuaba junto a Mel Gibson, A casa por vacaciones (1995) y El pequeño Tate (1991).
Esta es la cuarta colaboración de Julia Roberts y George Clooney: co-protagonizaron Ocean’s Eleven (2001), Ocean’s Twelve (2004) y Confesiones de una mente peligrosa (2004). Por cierto que, Clooney también produjo Agosto (2013), que la protagoniza Roberts.
El actor británico Dominic West, que hace el papel de Walt Camby en el film, ya había participado en una historia de periodistas televisivos. Él era Hector Madden en la serie de la BBC The Hour, que tenía como trasfondo un programa televisivo en la Inglaterra de la Guerra fría.
Jodie Foster fue una de las actrices consideradas para interpretar el papel de Vivian Ward, la prostituta protagonista de Pretty Woman (1990) que catapultó a la fama a Julia Roberts. Además, también iba a interpretar a Alice Sutton en el film Conspiración (1997), que Roberts protagonizó junto a Mel Gibson.
El productor Grant Heslov dice que "fue divertido hacer la película", además de haber afirmado que "casi nos hemos vuelto insensibles a lo que vemos en televisión e internet, por eso hacer que la acción suceda a tiempo real es una manera divertida de criticar eso".
El rodaje se ha desarrollado en Nueva York y en Wall Street, el Distrito Financiero de Manhattan.
Foster describe la química entre Julia Roberts y George Clooney como una "conexión entre hermanos" y explica que trasladan esa "dinámica anterior a la película" al film, donde se aprecia el vínculo que poseen "sin que tengan siquiera que esforzarse".
El guion de este trabajo fue incluido en la Blacklist 2014, una lista con los mejores libretos no rodados del año.
Para su directora, la heroína de la película es Patty Fenn, el personaje de Julia Roberts, una mujer "capaz de realizar varias tareas a la vez y de ser más eficaz que las autoridades". Además lo hace, a diferencia de lo que muestran muchos films de Hollywood, sin necesidad de llevar tacones, como recalca Foster, afirmando que "me encanta que aparezca tan natural".
"La tecnología es complicada. Lo bueno es que el público no se da cuenta de lo difícil que es hacer una película a tiempo real en la que lo mismo está sucediendo en 20 lugares diferentes y hay monitores por todas partes", ha confesado la cineasta.
Para Foster lo más difícil de esta película era que "hay demasiadas cosas sucediendo. Es un thriller, pero tiene elementos de comedia. Y aparecen grandes estrellas. Pero, sin embargo, es un conjunto. Hay muchas cosas contrarias que se dan a la vez, y eso requiere un cierto balance".
Jodie Foster considera que Jack O’Connell "hizo un gran trabajo, se esforzó mucho. Creo que es uno de los actores más comprometidos con los que he trabajado. Me sentía afortunada viendo cómo actuaba. Está lleno de energía y felicidad cuando trabaja, estaba encantado de rodar otra trama y se sentía agradecido de encontrarse allí".
Jodie Foster quería que la película transmitiese realismo, por eso algunos de los cámaras que aparecen en plató durante el programa trabajaban como operadores de cámara en la realidad.