Rob Reiner es un director de talento más que demostrado, a él le debemos títulos como Cuenta conmigo, La princesa prometida, Misery, Algunos hombres buenos o, la que posiblemente es la mejor comedia romántica de todos los tiempos, Cuando Harry encontró a Sally. Esta vez, Reiner regresa con Así nos va, una nueva comedia romántica dirigida a un público maduro, cuyo mayor problema es que se siente que ya hemos visto todo esto muchas veces antes, recorre caminos muy trillados, es altamente previsible y la trama recuerda mucho a películas como Mejor… imposible o Cuando menos te los esperas.
Afortunadamente, la cinta está protagonizada por dos veteranos actores, convincentes y solventes capaces de sostenerla por si solos y, a pesar de los estereotipos, tienen talento suficiente para dar credibilidad a sus personajes, derrochando encanto y buen hacer. Curiosamente, Keaton y Douglas nunca habían trabajado juntos anteriormente, funcionan bien juntos en pantalla, tienen el mismo tono relajado y natural y se dan bien las réplicas.
Michael Douglas es el agente inmobiliario amargado y cascarrabias que se tiene que encargar de una nieta que no sabía que existía y debe aprender a amar y a vivir de nuevo. Diane Keaton es la vecina de al lado, una mujer que no tuvo hijos y que no tiene problema en volcar su cariño en una pobre niña desamparada. Keaton encantadora, como siempre, aunque no ofrece ninguna sorpresa, una interpretación muy en la línea de papeles suyos anteriores. Completan el reparto Frances Sternhagen como una cínica secretaria que nos dejará varios momentos cómicos. Scott Shepherd es el hijo de Oren, el propio Rob Reiner interpreta al pianista que acompaña a Leah y un cameo para el cantante Frankie Valli (ya sabéis, el de Jersey boys).