Acabada de estrenar y con el aval de contar con el respaldo de la distribución a nivel mundial que le otorgó el hecho de haber interesado a Paramount Pictures casi desde sus inicios (que se añadió al conjunto de productores entre los cuales 4 Cats Pictures, Telecinco Cinema, Telefónica Studios, y Los Rockets AIE), la nueva película dirigida por el creador de Tadeo Jones, Enrique Gato, marca un nuevo hito para la animación hecha desde España, aunque se construye partir de un guión de Jordi Gasull, Javier López Barreira y Neil Landau que lastra la notable mejoría técnica y de animación conseguida en el seno de Lightbox Animation Studios.
El largometraje cuenta la historia del joven chico de 12 años Mike Goldwing, hijo y nieto de dos astronautas que llevan tiempo sin dirigirse la palabra, que deseando reconciliar a su familia y, ante la amenaza de un multimillonario Richard Carson que quiere adueñarse de la Luna borrando todo rastro de las misiones espaciales anteriores - incluida la bandera que plantaron los astronautas del Apolo XI -, decide embarcarse en un cohete hacia el satélite terráqueo decidido a proteger la bandera y a romper la maldición que siempre ha impedido a su familia poner los pies en la Luna; con él acabarán embarcados su abuelo y su amiga Amy con el socorrido camaleón Igor, mientras en Tierra contará con el apoyo de su ingenioso amigo Marty. La película se convierte así en un homenaje a la carrera espacial, y en especial a la gesta del primer hombre que puso el pie en la Luna, mediante la recreación de un regreso al satélite que se complementa con una trama familiar.
Como se anticipaba, el largometraje muestra una incontestable mejoría técnica respecto a la primera película de Tadeo Jones; la ingente labor de documentación llevada a cabo por el equipo responsable de la película, que pudo conocer directamente las instalaciones de la NASA, ha dado como resultado un excelente diseño de escenarios y props (con la licencia de los trajes especiales para niños aparte) que otorgan a la película una ambientación muy convincente, a la vez que la iluminación y la texturización son también superiores a largometrajes anteriores. Por otra parte, también es evidente un mayor esfuerzo en el diseño de personajes, aunque queriendo acercarlos tanto a los acabados del cine americano, terminan pareciéndose mucho a otros personajes conocidos: ¿acaso no se parece mucho el malvado Carson a al desquiciado Síndrome de "Los Increíbles"? ¿o la madre de Mike no recuerda a Elastigirl? Quizás un diseño más original habría sido más agradecido, aunque teniendo en cuenta el deseo de agradar a un público mundial, se entiende que no se haya querido asumir riesgos en exceso.
En cuanto a la animación, se resuelve de forma bastante convincente, aunque sin sobresalir en ninguna escena en especial, ya que en general la concepción de los planos es huidiza frente a la full animation. En este sentido, no veremos el nivel de muchas de las producciones americanas con las que la nueva película se quiere codear, lo que no quiere decir que la animación española no se les haya acercado en este aspecto (como en el caso reciente de la genial película de Mortadelo y Filemón).
Ahora bien, donde la película de Enrique Gato encuentra su piedra en el zapato es en el guión: la película tiene claramente un target infantil al que puede llegar a satisfacer con una trama en la que la acción no decae un ápice y que está protagonizada por unos personajes bastante simpáticos, pero es poco ambiciosa respecto al entendimiento que hoy tiene este público infantil y, desde luego, descuida en cierta medida al espectador adulto, al bordarse en torno a una historia espacial muy simple, previsible y cargada de estereotipos revisitados una y otra vez, donde todos los retos son superados de forma facilona, pobre en diálogos brillantes, y poco divertida. Y para qué mencionar al villano, totalmente desprovisto de credibilidad.
En lo que sí acierta la historia es en complementarse con una problemática familiar que da cuerpo y propósito al desarrollo de los acontecimientos, y en la que la figura del abuelo se erige incontestablemente como uno de los mejores hallazgos del largometraje, sobresaliendo respecto al resto de personajes, que en general generan muy poca empatía (salvando al simpático Igor).
Así pues, la nueva película de Enrique Gato y Lightbox Animation consigue obtener un aprobado alto, seguido de un "hay que mejorar".