Para Adam Sandler
En los últimos años hemos encontrado nuevos géneros de películas que han sido bautizados por sus productores, actores y directores. Podemos disfrutar de una película Marvel, una de Iñárritu, una de DiCaprio e incluso una película de Adam Sandler. Este último género destaca por haber descendido progresivamente en cuanto a calidad. Así, desde el estreno de Grown Ups no hemos visto ninguna comedia de Sandler que podamos recomendar con orgullo a todos los públicos, y The Ridiculous 6 no es una excepción.
Uno de los escasos aciertos de The Ridiculous 6 son las referencias a otras películas de Adam Sandler, como Zohan o, la ya mencionada, Grown Ups, las cuales nos hacen rememorar aquellos increíbles estrenos. Sumado a esto se encuentran las interpretaciones que dan vida al contexto del viejo oeste como: Abraham Lincoln; el asesino de Lincoln, John Wilkes Booth; el creador del béisbol, Abner DoubleDay; el célebre escritor, Mark Twain; y los afamados brazos de la ley estadounidenses, George Armstrong Custer y Wyatt Earp. Los restante aspectos de la película son “una serie de catastróficas desdichas”.
En primer lugar, el comienzo de una comedia suele presentar cierta seriedad, diez minutos de película en los cuales el espectador se siente intrigado, ya sea en otras comedias como Tropic Thunder. Pero esta película despega fuerte. Acepta el riesgo e intenta, de manera fallida, hacernos reír desde el primer momento con una escena en la que algunos espectadores ya piensan que van a perder tiempo debido a aspectos como la sencillez de fotografía y guión.
Después de esto, nos encontramos con apariciones, rozando la espontaneidad, de diversos protagonistas, los cuales son representados por un reparto rompedor. Actores de renombre en el mundo de la comedia que dejan mucho que desear en esta película: Adam Sandler de Big Daddy, Terry Crews de Norbit, Rob Schneider de Big Stan, y muchos más en los cuales se encuentra Danny Trejo como personaje antagonista y casi inexistente en la trama. De esta manera, produce una sensación de indiferencia en las escenas en las que está presente.
La escasez de rasgos destacables en The Ridiculous 6 deja muy pocas cosas buenas que contar. Así, la película queda caracterizada por un guión con muchos rasgos del humor absurdo de Adam Sandler, el cual resulta repetitivo y muy poco elaborado en comparación a muchas de sus películas. Además de: diálogos sencillos, una historia desaprovechada, presencia forzada de aspectos contemporáneos, efectos especiales e iluminación mejorables, un narrador brusco, escasez de música, etc. En general, una apuesta perdida que Netflix confió a Sandler.
Finalmente, he de decir que hay gente que sigue teniendo fe en Adam Sandler. Es muy fácil recordar a Billy Madison, capaz de arrancarnos una lágrima ilada a la sonrisa, o 50 First Dates, la cual emocionaba al espectador en cada minuto. Pero en los últimos años, ha defraudado a muchos espectadores y, poco a poco, Sandler está cavando su propia tumba en la que le acompañan películas como The Ridiculous 6.