Sony y Columbia Pictures sirven con "Hotel Transylvania 2" una nueva entrega en forma de secuela de la película de éxito estrenada en 2012 (obtuvo 254 millones de dólares de recaudación a nivel mundial), con la que su director, Genndy Tartakovsky, supo dar un aire fresco, mediante una estética única y grandes dosis de humor, al género de las películas de monstruos.
Volvemos a ver a Drácula, Frankenstein, Wayne el licántropo, el hombre invisible, la momia Murray, Mavis y su, ahora esposo, Johnny en el célebre hotel, donde la aversión a los humanos se ha relajado por fin y se les han abierto las puertas para que compartan espacio con los monstruos. En estas circunstancias, Mavis y Johnny van a tener a su primer hijo, Dennis, pero el hecho de que no se sepa todavía si es humano o vampiro va a dar lugar a nuevos conflictos entre Drácula y su hija: mientras Mavis entiende que Dennis va a crecer más seguro en un entorno humano, Drácula aprovechará que está ocupada visitando a sus suegros humanos en compañía de Johnny para hacer que Dennis pase por un campamento de entrenamiento de monstruos, con la complicidad de Frank, Murray, Wayne y Griffin. Para complicarlo aún más, Mavis ha invitado a la fiesta de aniversario de su hijo al padre de Drácula, Vlad, pero este es un vampiro muy chapado a la antigua que no entenderá de buen grado la coexistencia de humanos entre su descendencia.
Dirigida de nuevo por Genndy Tartakovsky, se basa otra vez en un guión de Robert Smigel, aunque en esta ocasión también Adam Sandler (de infame recuerdo por su película "Píxels"), productor ejecutivo además de dar voz a Drácula, ha metido cucharada en la historia participando en el guión y en algo más. De hecho, recientemente el director daba cuenta de que no podía considerarse que "Hotel Transylvania 2" constituyera su visión de cómo debía ser la película, pues hasta tal punto Adam Sandler, y en cierta medida también Robert Smigel, habían querido tomar el control de la misma (como en una cocina donde hubiera más de un cocinero elaborando el mismo plato y cada uno echara los ingredientes que le vinieran en gana), que habían dificultado su labor de dirección y, desde luego, la película no se parecía completamente a lo que debía haber sido según su planteamiento inicial.
Sea por la intervención de Adam Sandler o no, el resultado es una película irregular, donde el conflicto que ha de conducir la película no llega a entrar en escena hasta bien pasados unos 45 minutos de metraje, el transcurso de los cuales es más bien una secuencia excesiva de gags, con mayor o menor gracia, sobre la convivencia de humanos y monstruos que ralentiza hasta la amenaza del bostezo la puesta en marcha de la historia. Aunque con todo ello el metraje habrá arrancado ya unas cuantas risas, sobre todo por parte del público infantil, no es hasta la segunda mitad de la película - a partir de la prueba de vuelo - donde la historia mejora bastante, tras haber adquirido otro ritmo y mayor diversión, y reconocerse de nuevo la mano de Genndy Tartakovsky. Es además en este momento cuando entran en escena las incorporaciones más interesantes del largometraje - el bisabuelo Vlad y su acompañante Bela - que dan a la historia, quizás demasiado tarde, el clímax que necesitaba.
Donde la película no falla es en servirnos un nivel de animación tan bueno como en la anterior, quizás incluso más llevado al límite de lo cartooniano en los movimientos y sobre todo las expresiones de los personajes. Genndy Tartakovsky logra llevar al 3D lo mejor del slapstick de la animación en 2D, y como muestra la brillante batalla final. También es de remarcar el diseño visual de la nueva entrega, que a pesar de andar sobre terreno ya conocido, logra sorprender positivamente en la creación de nuevos escenarios y el desarrollo de los nuevos personajes, significativamente Vlad y Bela.
Por todo ello, un aprobado alto; no estará "Hotel Transylvania 2" entre los serios aspirantes al Oscar pero habrá divertido a unos cuantos espectadores, principalmente niños, con una animación y un diseño espectaculares.