Dos de los documentalistas más prestigiosos del mundo (Werner Herzog y Errol Morris) están acreditados como productores ejecutivos.
Los miembros del escuadrón de la muerte indonesio que aparece en el filme que recrean los crímenes que cometieron hace ya más de 50 años recibieron una paga simbólica por su trabajo actoral.
Algunos de los asesinos de la película se llaman a sí mismos gánsters de película, y comentan que los asesinatos los cometieron inspirándose en su amor a John Wayne, Marlon Brando y otros personajes mafiosos de la serie b.