Esta es la historia de dos matrimonios amigos de clase media alta: el de Emilia y Diego (Julieta Díaz y Adrián Suar), ella anunciadora meteorológica de la tele y él cirujano cardiovascular con clínica propia en Puerto Madero y el de Betina y Richard (Carla Peterson y Juan Minujín), ella dueña de una boutique y él cirujano socio de Diego. El primero es una matrimonio de años con hijo adolescente y con cierto desgaste. En cambio, la segunda pareja, conserva intacta la llama del deseo. En un determinado momento, Betina le propone a Emilia entrar en la práctica swinger para revitalizar el deseo de la pareja.
Esta es la premisa inicial de Dos mas dos, una comedia de Diego Kaplan que acaso funciona mejor en su primera mitad, más erótica, donde deben vencerse las resistencias del prejuicioso, estructurado y por momentos exasperante Diego (Suar en modo Woody Allen) que en la segunda, donde se pone más seria y aparece un giro posible pero tal vez algo moralizante.
Los diálogos son muy buenos (algunos en muy logrados planos secuencia), sin eufemismos, el timing no decae y si bien hay momentos de un erotismo genuino, la película es bastante recatada, en su afán de llegar a un público más amplio y se agradece que eluda casi completamente el costumbrismo y la picaresca (aparece esta última en su acaso peor escena).
Suar está bien, Petersen algo desatada y Minujín muy natural y cómodo en su personaje. Pero la que se lleva las palmas es la maravillosa Julieta Díaz, dueña de todos los recursos de la comedia y el drama, capaz de pasar de unos a otros en segundos, cuya Emilia es sin dudas el personaje más interesante y, en definitiva, erótico de la película.