Lo primero que sentí al ver este documental es una enorme envidia. Envidia por poder tener el mismo ímpetu y ganas de viajar que tiene Albert. Es una película visualmente muy bonita y que inspira a salir al mundo a hacer lo que uno mas desee.
Una maravilla de película. Una especie de aspirina que te quita por un rato todos los dolores de cabeza. Para mi una obra maestra porque lo hace todo y bien, y un final esplendoroso. Sin duda, una de las películas con mejor montaje que he visto y, sin duda tampoco, el mejor documental español que se haya estrenado. Merece el Goya y todo lo que le den. Yo lo votaría.