Nota media
3,1
101 notas
¿Tu opinión sobre Locke ?

9 Críticas del usuario

5
1 crítica
4
3 críticas
3
4 críticas
2
0 crítica
1
0 crítica
0
1 crítica
cine
Un visitante
3,5
Publicada el 12 de agosto de 2014
Original. Sorprende que consiga que el espectador mantenga la atención de principio a fin cuando todo su desarrollo ocurre en el interior de un coche. Tom Hardy es el principal causante de ello, como siempre, está electrizante. Un 7 de 10.
3,5
Publicada el 30 de julio de 2014
Autopista hacia ninguna parte

Birmingham y Londres están separados por 163km de carretera. Sin tráfico, el trayecto lleva menos de hora y media. Es el trayecto que debe cubrir Ivan Locke en el tiempo justo si quiere recomponer una vida cuyos cimientos comienzan a tambalearse. Porque cuando estos fallan, lo que te ha costado edificar con años de sacrificio puede venirse abajo.

Un único actor. Un escenario que invita a la claustrofobia, encarnado en esta ocasión por un flamante BMW. Un dilema a resolver. Éstas son las cartas con las que juega “Locke”, la segunda película como director del guionista Steven Knight –su primer largo, “Redención”, era muy inferior al que nos ocupa a todos los niveles-, reputado guionista que ha prestado su firma a magníficos libretos como los de “Promesas del este” o “Dirty Pretty Things”. Una materia prima que ya ha sido utilizada anteriormente con grandes resultados. “Buried”, “Phone Booth” o la reciente “All is lost” son excelentes ejemplos de ello.
“Locke” está más cerca del último caso que de los dos primeros. Aquí no hay un psicópata al otro lado de la línea, ni nuestro protagonista ni nadie de su entorno ha sido secuestrado y se le obliga a llegar a su destino en el menor tiempo posible. Lo que tenemos es a un hombre común que intenta ajustar cuentas con su pasado y evita cometer los mismos errores que todos aquellos que llevaron anteriormente su apellido. Y al otro lado del teléfono, que se convierte en un motor más de la cinta, familiares, amigos y compañeros de trabajo a los que debe dar explicaciones en una noche decisiva de su vida. En un mundo que usa la mentira como moneda de cambio cotidiana, y en muchos casos que prefiere vivir siendo engañado, Locke se postula como el último bastión de la sinceridad. En una sola noche puede perderlo todo o tejer un nuevo comienzo motivado por lo que él cree que es lo correcto. La diferencia entre una vez y nunca es el mundo entero, que diría su esposa en un momento del film.

El gran error a la hora de enfrentarse a “Locke” es, precisamente, esperar de ella algo más de lo que ofrece, un thriller edificado con cimientos de una historia corriente que podría ocurrirle a cualquiera. Y basar toda una película en un tipo de lo más normal que trata de evitar que su vida se derrumbe cuando se espera otra cosa es todo un riesgo, más incluso que dejar a un actor al volante, aunque dicho actor tenga la presencia y la carga de matices de un excepcional Tom Hardy.

A pesar de su dinámico montaje, el formidable uso de la fotografía y los sonidos, de su actor protagonista y de un guión de lo más sólido, el poder de “Locke” reside en la capacidad de su protagonista para despertar empatía en el espectador, y de la propuesta en generar suspense a partir de una trama que a priori carece de esto. Knight lo intenta angustiando a su personaje principal a lo largo de un largo camino de fracaso y redención, utilizando el plano detalle para atosigar y oprimir. Para muchos conseguirá su objetivo. Para otros incluso además será imprescindible por todos sus méritos cinematográficos. Para el resto, esa autopista no conducirá a ninguna parte.

A favor: Tom Hardy, su montaje, fotografía, guión,…
En contra: que el viaje puede no conducir a ninguna parte
3,0
Publicada el 25 de agosto de 2014
Un coche, un hombre y miles de kilómetros por delante de conducción, una decisión: hacer lo correcto, tomada bajo el lema: todos los problemas tienen solución sólo hay que encararlos uno a uno, ceñirse al plan y no perder la calma, un agobio de llamadas incesantes, una enorme tensión, un constante vapuleo de los tres frentes abiertos -familia, trabajo, enmendar un error- y una soberbia y magnífica interpretación de Tom Hardy que concentra en su persona la angustia, el desquicio, la pérdida y el miedo con una calma, moderación y serenidad emocional tan inteligente y profunda que convierte a este relato minimalista en una incesante claustrofobia que ahoga y hiere, despresurización lenta que no permite la respiración, en un destino duro, cruel e imprevisto cuyo coste por asumir tu responsabilidad es un alto precio de todo lo conocido y de tu propia persona.
Un ritmo incesante de percepción pasiva que atrapa tu interés, una sabia dirección para un humilde y sublime guión, una sola idea, claridad absoluta llevada a buen puerto no importa qué derrumbe o a quién se lleve por delante, la obsesión de no ser ejemplo del refrán "de tal palo tal astilla" y la lucha fantasma y personal de uno consigo mismo y con sus fobias particulares.
Suspense y misterio que se desvelan para dar paso a la perplejidad, el asombro y la tenacidad de quien lo arriesga todo, de quien sortea la presión, cumple con su cometido y no pierde la compostura, deslumbrante sencillez sin cortes de enfoque o adornos que distraigan que no administra grandes dosis de adrenalina ni excesos de pasión, ni sobresaltos ni ruido ambiental pues su arte es la línea recta, plana y fija, la espeluznante paz e inquieta tranquilidad, la obligada estabilidad que evita el caos y el descontrol a pesar de que toda la vida de nuestro decidido conductor se está haciendo añicos a cada minuto que pasa.
La frialdad y crudeza de las decisiones duras y difíciles frente al ardor, escozor y desolación de un alma en pena y un corazón roto que, aún con todo, en ningún momento vacila o duda de su drástica e irreversible decisión, sobrecogimiento interno y silencioso que gota a gota, llamada a llamada va consumiendo, destrozando y cambiando la realidad conocida.
Se gana tu respeto, obtiene tu admiración y sin vacilación o excusas admites estar ante un filme grandilocuente en su simpleza, inmenso en su contención, de sabor penetrante y efecto lento pero cautivador.
Buena dirección, buena interpretación, buen guión y un excelente simple argumento, una joya diminuta que se vislumbra a cientos de kilómetros y deslumbra a todo aquel que se toma un segundo para admirarla pues ¡ya no podrás apartar la vista nunca más!
3,5
Publicada el 29 de diciembre de 2016
Motivadora, cautivadora y simple.

Son las 3 palabras que definen uno de los mejores films en los que Tom Hardy a sido el protagonista.
Lo que le pasa al personaje de Hardy en Locke, puede pasarle a cualquier persona en este mundo. spoiler: Sales del trabajo, camino a casa en tu auto, y recibes la llamada de tu otra mujer...


Lo magnifico de este largometraje es que transcurre todo el tiempo ¡en un Auto!.
Al mismo tiempo Hardy afronta varias situaciones a la vez, su matrimonio, su trabajo, sus hijos...

Locke puede resultarte monotona y tediosa, pero ya cuando llegas a la mitad del film es cuando no querras moverte de tu silla para ver como concluye esta gran historia.
¿Quieres leer más críticas?