Mi cuenta
    Dos días, una noche
    Nota media
    3,5
    43 notas
    ¿Tu opinión sobre Dos días, una noche ?

    5 Críticas del usuario

    5
    0 crítica
    4
    2 críticas
    3
    2 críticas
    2
    1 crítica
    1
    0 crítica
    0
    0 crítica
    Ordenar por
    Mejores críticas Últimas críticas Usuarios que han publicado más críticas Usuarios con más seguidores
    Edluces
    Edluces

    1 críticas Sigue sus publicaciones

    2,5
    Publicada el 2 de julio de 2023
    Buenita pero buena gracias rpor publicar pellis cómo estás ,.........................................
    cine
    Un visitante
    4,5
    Publicada el 5 de febrero de 2017
    Deux Jeurs Une Nuit es sin dudas la prueba viviente de que el cine francés puede pisar fuerte e incluso superar a la industria Hollywoodense, esta vez los hermanos Dardenne nos traen una película sobria, realista y humana, ¿a que me refiero con humana? simple, es fácil para el espectador ponerse en la piel de Sandra, una mujer que luego de volver de una licencia por enfermedad ve su puesto de trabajo amenazado, se siente la crisis en todo el film y Marion Cotillard (de mis actrices preferidas) realiza nuevamente un trabajo alucinante. En la película vemos constantemente una fragilidad que hace la trama impredecible, tenemos momentos "alegres" en los que se ve la luz y otros en los que todo se vuelve oscuro. Te vas a encontrar personajes a los que vas a odiar y otros con los que te podes entender, como ya mencione, una película muy sobria. Personalmente la considero una joya, una joya que cuando pase el tiempo representara la crisis que vivimos. Si no la viste, mirala, es genial, no le puse mas de 5 estrellas porque no se puede.
    serbli
    serbli

    3.818 usuarios 130 críticas Sigue sus publicaciones

    4,0
    Publicada el 18 de noviembre de 2014
    Hay algo que impide disfrutar al 100% de la película; ese pésimo doblaje de culebrón de domingo por la tarde. Una lástima porque Marion Cotillard brilla y mucho. Una mirada o incluso una sonrisa son capaces de partirte en dos.
    Me gustaría volver a verla en VOS.
    Gerardo M.
    Gerardo M.

    4.531 usuarios 134 críticas Sigue sus publicaciones

    3,5
    Publicada el 22 de octubre de 2014
    Otro rayo de esperanza

    Con la estupenda “El niño de la bicicleta”, los hermanos Dardenne iniciaron su etapa quizá más optimista dentro de la dureza y marginalidad con la que presentaban sus proyectos anteriores. Y debemos decir que la iniciaban, porque con “Dos días, una noche” parecen haberse instalado en ese optimismo inmaculado, ese rayo de esperanza que siempre puede asomarse a la vuelta de la esquina cuando todo se viene abajo.

    Aunque, en el caso que nos ocupa, el final pueda parecer algo amargo, ese reducto de positivismo que acaba encontrando el personaje de Marion Cotillard, una mujer que tiene dos días, y una noche, para convencer a unos compañeros de trabajo contra la espada y la pared de que voten a su favor si no quiere perder su empleo, estriba en la satisfacción que otorga la lucha por la integridad más que por salvar el propio cuello. Y, sobre todo, el orgullo personal que da el no pertenecer a ese grupo del “quítate tú para ponerme yo” que tanto impera en el mundo laboral, acentuado por una crisis de la que todos somos víctimas.

    Pero que esto no lleve a error. Los cineastas belgas, aunque hayan modulado su dosis de realismo descarnado para dar a sus personajes una opción B a la que aferrarse, no abandonan su vertiente más comprometida y social, no dejan de lado a esos personajes mundanos rodeados de grandes muros grises e inmersos en una realidad que siempre se empeña en ponerte la pierna encima para que no levantes cabeza. Siguen apostando por un cine comprometido y crudo, de esa dureza que te da el saber que lo que ves en pantalla te puede ocurrir a ti.

    Fieles a sí mismos, los responsables de “Rosetta” o “El niño” no nos regalan con “Dos días, una noche” su mejor trabajo ni el más remarcable –al menos no en comparación con el resto de su filmografía-, pero tampoco es esto necesario. Lo que nos dan es otro pedacito de realidad que, eso sí, tiene un enorme acierto en la elección como cabeza de cartel de una Marion Cotillard sincera y visceral, una actriz natural y sublime que llena la pantalla y aporta a su personaje el gramito de fragilidad y entereza que necesita, y que eleva esta nueva propuesta unos cuantos peldaños por encima de lo que podría haber sido sin ella. Ya sólo por su trabajo bien merece la pena su visionado.
    Lourdes L.
    Lourdes L.

    129.886 usuarios 920 críticas Sigue sus publicaciones

    3,0
    Publicada el 16 de octubre de 2014
    Penetrante, cautivadora e intensa interpretación de Marion Cotillard que lleva la cámara pegada a su cara, adherida cual sombra imposible de eliminar, testigo observador mudo e incesante, sin piedad ni descanso pendiente de todos sus pasos, de cada uno de sus gestos o expresiones faciales en esa búsqueda angustiosa y desesperada de la afinidad, comprensión y empatía de unos compañeros que también tienen sus propios problemas, la ruta de la pregunta clave de incógnita respuesta que lleva consigo la tensión del auxilio, la incomodidad de la ayuda, el beneficio de la lástima, el egoísmo de la supervivencia, la legitimidad de primero uno, el orgullo y ansiedad de encarar un reto limitado en el tiempo y de resolución interrogante, toda una inquieta y asfixiante partida de marcador ajustado según la voluntad y simpatía, aceptación o rechazo de unos trabajadores que sobreviven al igual que la delicada y frágil protagonista necesitada de una confianza y seguridad propias que, por el momento, busca en el milagro de las pastillas que suplen la fortaleza y coraje que la siempre-lantente-nunca-olvidada depresión le hizo perder.
    Los hermanos Jean Pierre y Luc Dardenne plantean un dilema interesante, tirante, voraz y de cautiverio en las cuestiones que plantea donde todas las partes son tratadas con igualdad de respeto, con serenidad y sobriedad en sus variadas opciones y sin juicio previo ni moral latente, un guión que simplemente exhibe todas las cartas sociales posibles, todas las comprensibles y entendibles alternativas para crear un ambiente agrio, áspero y engorroso de reto, duda y difícil elección tanto para los interrogados como para la cuestionada como para el implicado espectador que observa abrumado todas las disyuntivas, que acompaña sin consuelo, con preocupación y desasosiego a la frustrada caminante casa por casa por la senda callejera de la humillación, de la resignación, de la emotiva exposición, del impacto directo y sorpresivo de una respuesta verbal ofensiva o acogedora, letal en su punzante lanza o suave en su abrazo inesperado, vivir cuando el valor, la fuerza y la resistencia para alejar ese tentativo pensamiento que opta por dejar de hacerlo es tan tenue, débil y poco resistente.
    Argumento loable y sereno de efecto aplastante y lógica viviente, una dirección gélida, estática y segura en la que inevitablemente razonas sobre las cuestiones planteadas, espontáneamente te sitúas en cada uno de los papeles, ánimas a la protagonista en sus bajones, te desalientas en sus decepciones, te alegras en sus alivios, comprendes las negativas recibidas, recapacitas sobre las consecuencias de ambas posibilidades, los inconvenientes y frutos de todas las posturas, observas involucrado todo el amargo ambiente social, te apenas con ella, sobrevives a su lado, te afliges a su ritmo, te emociones en su compañía..., una visión tenaz, ardua y sin tregua que no permite la obviedad mental ni su relajado acompañamiento, de valentía llena de miedo y cobardía abandonada a la fuerza ante una situación límite que obliga a ello, equilibrio y justicia expositiva de todas las partes, honestidad tentativa de un bono de dinero falto y necesitado o trabajo urgente para una colega también necesitada, que se busque la vida o podría ser mi caso, tratar a los demás como quieres que te traten a ti o salvarse y no mirar atrás, sinceridad de una conciencia con o sin remordimiento que admite y acoge con igualdad de trato, preferencia y miramiento todas las posibilidades, ejemplar y sabia muestra de la discrepante y divergente composición de la sociedad y de sus variadas gentes.
    Disfruta de la alternancia de un tour de menú no determinado, de recorrido variable y emociones volubles sin reposo ni pausa, planteamiento psicópata de insaciable apetito devorado con fija ardiente frialdad y muchos suspiros, donde no hay una única respuesta de veracidad correcta ni de ética apropiada -ni se te pide que la halles- en esta agotadora letanía de dos días y una noche.
    ¿Quieres leer más críticas?
    • Las últimas críticas de SensaCine
    • Las mejores películas
    • Las mejores películas según los medios
    Back to Top