Dirigida por Scorsese y protagonizada por Dicaprio, éxito rotundo-taquillazo seguro y aún así, no estoy segura de que me gustará más que el original visto!!! Espléndido cine negro coreano que cuenta con un rotundo, soberbio e impactante argumento de giros inesperados y virajes sorprendentes que te mantienen en tensa espera, cauta paciencia e imprevista desesperación ante unos fantásticos y penetrantes personajes que componen un exquisito e impresionante retablo del mundo de la mafia, de la leal amistad y la perpetua traición, del infame engaño y la bella lealtad, de la rastrera supervivencia y la orgullosa existencia que cuenta con una innegable, previsora y acertada dirección y una deliciosa, oscura y espeluznante fotografía que seduce amargamente y repele con extraña dulzura. Espectacular violencia, atractivo horror, maldad irresistible, explícita crueldad, irrespetuosa falsedad, desquiciada verdad, potente adrenalina, ojos perplejos de escalofriante mirada..., inquietantes emociones que chocan inevitablemente con el devenir de los acontecimientos más una solemnidad en las formas y una adorable elegancia en el proceder que llama a las puertas de un infierno donde, uno a uno, irán entrando todos ordenadamente por cortesía mezquina e invitación exprés de un oculto diablo que encuentra su máximo potencial e inspiración divina en el abandono y la soledad de quien es usado y echado a los leones. Idolatrado fanatismo de quien sobrevive a golpes de martillo, inesperada cumplida promesa de cinco estrellas que te deja meditando sobre su caótico y abrupto recorrido largo y soberano tiempo con un hermoso y fascinante cautiverio de tu mente, tus pensamientos y toda tu razón cognitiva que deslumbra por si mismo a través de una locura de pasión y un hipnótico atractivo que atrapa tu respiración, desvela a tu alma y congela tu sensible corazón. Absorbe con lenta profundidad toda su riqueza, disfruta con placer de su bella armonía, saborea con amargor su deleznable ofensa, siente con devoción su golpeada andadura, celebra con pudor la coronación del nuevo inesperado Padrino..., sencilla y llanamente goza como lo haría Francis Ford Coppola viendo esta película y deleitate de un maravilloso conjunto de grata inspiración, célebre cumplimiento y respetado aplauso por parte del público.