Lester Burnham (Kevin Spacey), un cuarentón en crisis, cansado de su trabajo y de su mujer Carolyn (Annette Bening), despierta de su letargo cuando conoce a la atractiva amiga (Mena Suvari) de su hija (Thora Birch), a la que intentará impresionar a toda costa.
De poco sirve el sueño americano; una casa bonita, dinero, una mujer e hija, si la propia América está podrida. Destroza punto por punto todo lo que significa el sueño americano, todo el consumismo barato y las falsas esperanzas. No sólo retrata la vida, sino que te muestra como se debería vivir.
Capta a la perfección la tediosa fábula norteamericana, y lo hace con muchísima fuerza. Te sumerge en un ambiente tenso, donde las relaciones entre los personajes están ya quemadas, son insalvables y el odio va generando más odio. Quizás no sea lo más notable del subtexto, pero igual que en 'La Haine', el odio se acumula y acumula, y como dirían en el film francés, mientras caes te dices a ti mismo, todo va bien, todo va bien, pero lo importante no es la caída sino como aterrizas. American Beauty es una caída libre donde todo ese odio explota al final, donde la clase media-alta deja de comportarse bajo esos cuadriculados valores, y donde sacan su animal, lo peor de ellos, su verdadero ser escondido bajo un manto de burguesía pretenciosa.
Los personajes están trazados al milímetro, con una construcción ambigua y súper compleja. La psicología de estos está presente toda la película, donde vemos un ejercicio de auto-salvacion por parte de todos, condenados a vivir juntos y tratando de recuperar esa libertad individual. Vemos el deseo reprimido de "pecar", quitarse las cadenas y salir de lo cotidiano y monótono, una representación de como la rutina puede ser una tiranía.
Lo que realmente importa en esta vida lo han perdido y no se puede recuperar, y no será hasta el final de la película donde comience a notar estos remordimientos. El arrepentimiento cobra vida pero ya es demasiado tarde. Ese inconformismo ha martirizado al personaje durante años, la monotonía lo ha convertido en unser grisáceo que quiere volver a ver colores, pero no será hasta que no lo pierda todo cuando se dé cuenta de que su vida no era tan mala.
Trata la muerte y ensalza la vida, al igual que el amor y las distintas formas de desamor; sobre-proteccion, control, indiferencia...
Diálogos ágiles, una potencia visual tremenda, gran uso de los colores y otros simbolismos. El rojo por ejemplo es lujuria y pecado pero a la vez es miedo y peligro, la amiga de su hija es su juventud y confianza ya perdida. Las actuaciones son impecables, soberbio Kevin Spacey, realmente sobrenatural. Tremenda película.