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    Más allá del amor
    Críticas
    2,5
    Regular
    Más allá del amor

    Playlist para corazones en flor

    por Gerard Casau

    Un chico de pasado problemático pero con el corazón de oro. Una joven de belleza purísima pero espíritu retraído y hermético. Diferencias de clases, proyectos de futuro en el aire y unos padres hiperprotectores que fruncen el ceño ante el romance... Las cartas con que juega Más allá del amor son conocidas por todos y, pese a ello, la película no tiene ningún reparo en explotar su previsibilidad, recreándose en estampas de alegría y amor que a día de hoy parecen pertenecer más al lenguaje publicitario que al cinematográfico: fiestas en jardines y piscinas, miradas cómplices sobre un tiovivos, un primer beso epifánico y clandestino... 

    Esta franqueza a la hora de exponer tópicos que creíamos superados es lo que hace tolerable el visionado de un filme-producto (no hay que pasar por alto que el estreno del filme en Estados Unidos coincidió con San Valentín) que muestra todos los síntomas de lo que los anglosajones denominan “weepie”. Esto es, una obra cuyo máximo (y casi único) propósito sería enternecer y desbordar los lacrimales de la platea.

    El relato renuncia a la pompa de lo trágico para asentar su principal conflicto en el descreimiento con que los adultos observan el nacimiento del amor adolescente, y tiene su base en la novela de Scott Spencer que Franco Zeffirelli ya llevó al cine a principios de los ochenta en Más allá del amor. La comparación de la melosidad de ambas versiones nos lleva a un descubrimiento curioso: La película que protagonizó Brooke Shields confió parte de su gancho en su banda sonora en la que figuraban Kiss, Cliff Richard, Blondie y, ante todo, Endless Love, el hit que Lionel Ritchie y Diana Ross interpretaron para la ocasión. En cambio, la adaptación realizada por la directora Shana Feste está regida por una sensibilidad musical pretendidamente indie -The Tallest Man On Earth, Cults, Guards...- pero que se descubre inusitadamente apta para ser sumergida en almíbar genérico. El mejor ejemplo de ello es el tema central del filme, Our Endless Love, que presenta la unión entre el pop de The Bird and The Bee y la grave voz de Matt Berninger, cantante del grupo de rock dramático The National. No debe ser casualidad que una de las productoras que han levantado el proyecto de Más allá del amor lleve por nombre Fake Empire, en probable homenaje a una de las canciones más populares del grupo de Ohio.

    A favor: la dignidad con que los actores veteranos -Bruce Greenwood, Joely Richardson, Robert Patrick- arropan a los jóvenes protagonistas.

    En contra: Sobredosis de azúcar.

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