La cara oculta del fútbol
por Paula Arantzazu RuizEs la cara oculta del tráfico de menores aspirantes a futbolistas. Y es que la FIFA calcula que por cada jugador africano que llega a profesional, hay otros veinte que fracasan, según un dato extraído de un reportaje periodístico en El País. 'Diamantes negros', el ya tercer trabajo en el largo de Miguel Alcantud (curtido especialmente en la dirección televisiva), se propone precisamente eso, explicar la historia de dos perdedores en el arduo camino hacia el Olimpo futbolístico, ver qué sucede con esos chavales que no logran ser el próximo Samuel Eto'o o Didier Drogba.
La cinta sigue a dos críos de Mali, los amigos Amadou y Moussa (Setigui Diallo y Hamidou Samaké), a quienes un oteador futbolístico (un inquietante Willy Toledo) les ofrece un contrato que les llevará a España de manera ilegal; país donde descubrirán que la realidad se aleja demasiado cruelmente de los sueños de grandeza que tenían al dejar su hogar. Sin apenas florituras -Alcantud no es un virtuoso de la cámara-, la película suple esa poca ambición formal con una puesta en escena con cierta tendencia hacia el docudrama. No en vano, pues el trabajo tampoco esconde que está pensado para cumplir un cometido muy concreto -la denuncia de una injusticia-. Más periodística que cinematográfica, absolutamente pedagógica, 'Diamantes negros' funciona, en última instancia, porque finalmente logra lo que pretende: dar un relato a la cara oculta del fútbol, amén de ejercer de plataforma para una causa que debería estar llenando portada de diarios.
A favor: Carlos Bardem y Willy Toledo, en papeles muy breves pero muy jugosos.
En contra: Su formato.