"La Casa Mágica" es el tercer proyecto cinematográfico (tras Vamos a la Luna y Las Aventuras de Sammy: Un Viaje Extraordinario) de la productora belga nWave Pictures, cuya principal ocupación es la de producir contenidos inmersivos en 3D y 4D para salas IMAX y parques temáticos. Es a partir de una de esas piezas, concretamente Castillo Encantado (2001), de donde surge la inspiración para realizar esta tercera película co-dirigida por Ben Stassen y Jeremie Degruson sobre un guión escrito por el primero junto a Dominic Paris y James Flynn.
La historia gira en torno a un gato que es abandonado por sus amos y trata de encontrar un nuevo hogar en una misteriosa mansión cuyo propietario es un anciano mago, llamado Lawrence, que vive con sus animales y varios muñecos y artilugios domésticos convertidos en autómatas. Mientras Lawrence acoge al gato de buen grado y le da un nombre - 'Trueno' -, los otros animales de la casa no están tan conformes con la presencia del nuevo habitante, especialmente el conejo Jack y la ratoncita Maggie. En uno de los varios intentos de los disconformes por deshacerse de Trueno, Lawrence acaba internado en un hospital, con lo que la casa queda a merced de su ambicioso sobrino Daniel, un agente inmobiliario que quiere vender la propiedad. La nueva situación obligará a Trueno a hacer lo posible por proteger la mansión y, de paso, ganarse el apoyo de todos los habitantes de la casa.
Siendo una película principalmente dirigida a un público infantil, la historia sirve satisfactoriamente al objetivo de entretener a su joven público, y en alguna medida también a los adultos, en base a una narración llena de acción y vertiginosos travellings inspirados en las montañas rusas virtuales que nWave produce para los parques temáticos. Empero, la historia es también acaso demasiado sencilla y poco ambiciosa en originalidad: los muñecos y artilugios vivientes de la mansión recuerdan mucho a los personajes de "Toy Story", aunque no tienen su alma, excepción hecha del eléctrico y alegre Edison; y las soluciones con que los protagonistas intentan salvar la casa (por cierto, en un desarrollo que retrotrae vivamente a "Bitelchús") son repetitivas y sencillas, basadas principalmente en las deposiciones de la pareja de palomas y la alergia que provoca Trueno al villano y no tanto en demostraciones de valor o soluciones que exijan una evolución en el carácter o convicciones de los personajes, aunque la conversión de la mansión en un túnel del terror hacia el final de la cinta se desarrolla de forma sorprendente y con una magnífica ejecución, deudora otra vez de las experiencias inmersivas en las que está especializada nWave.
Si algo hay que quiero destacar especialmente es el magnífico trabajo de caracterización y animación de los animales de la película, tras el que se observa una concienzuda labor de observación dirigida a reflejar fielmente cómo se mueven y cómo actúan. En este sentido, chapeau a la animación de la pareja de palomas Carlo y Carla y a la propia animación de Trueno.