Si pasados 10 minutos sigue tu interés por la película, enhorabuena!!!, aún podrás encontrar algo de sentido a tanta desfachatez!!! Y aquí todo el mérito se lo lleva el director, Juan Pinzás, que teniendo una buena idea, proyecto con buenas perspectivas lo echa todo a perder por su falta de habilidad y destreza, un nefasto saber-buen-hacer, convirtiendo su deseo de realizar algo fresco e inédito, plasmación -o intento- de un nuevo Kubrick en un aburrido desastre, necia calamidad que no sólo ya no mantiene tu interés sino que te cuestionas si acabarla. El proceso de nacimiento del personaje en la mente del director, la formación de su rostro, identidad y personalidad, los momentos de mayor inspiración -el amor entre ellos es pleno-, las insoportables crisis de ideas, de palabras -empieza a odiarle, a cuestionarlo todo-, la aparición de nuevos pesonajes, la muerte de otros..., todo ello realizado con tan poco arte, con gracia tan escasa que no sirve de nada presentar un relato minimalista, distinto formato que evoca originalidad y ya no perderte por el camino sino no encontrar ni el propio camino pretendido!!!. Intentar ser Houdini y no saber siquiera sacar un conejo de una chistera es ridículo; luego vienen los comentario de "ese es el cine español que recibe subvenciones que no merece". Por desgracia, en esta ocasión no se equivocan; aunque, nuestro cine es mucho más que éso, sin confusión alguna!!!