Fast & Furious 8
Nota media
3,9
2500 notas

37 Críticas del usuario

5
6 críticas
4
6 críticas
3
19 críticas
2
2 críticas
1
3 críticas
0
1 crítica
Ordenar por
Mejores críticas Últimas críticas Usuarios que han publicado más críticas Usuarios con más seguidores
cine
Un visitante
1,5
Publicada el 15 de abril de 2017
Me quedo con la primera (cuando eran carreras de callejeras) a partir de la cuarta - quinta más de lo mismo .. terroristas y explosiones sin sentido
juanmi
juanmi

462 usuarios 65 críticas Sigue sus publicaciones

2,5
Publicada el 4 de mayo de 2017
Más de lo mismo. Acción, coches y chicas.. todo lo que en teoría hace subir la testosterona de los chicos.
Lo mejor de la película, cuando rescatan al niño.
cine
Un visitante
2,5
Publicada el 26 de mayo de 2017
mas de lo mismo, demasiada ficción, no he recomendado verla, considero que ya la saga a llegado a su limite.
serbli
serbli

3.861 usuarios 130 críticas Sigue sus publicaciones

4,0
Publicada el 14 de abril de 2017
Una de las mejores películas de toda la saga. Poca ordinariez y mucha, mucha acción.

Me ha resultado muy divertida y ha pasado volando.

Lo más gracioso es ver que estás rodeado de cientos de personas, EN UN CINE, y que nadie sabe quién es Helen Mirren....
Alfonso ..
Alfonso ..

29 usuarios 23 críticas Sigue sus publicaciones

5,0
Publicada el 19 de abril de 2017
Fantastica no se como lo hacen pero cada año salgo del cine pensando que es la mejor que e visto si te gusta la saga saldrás encantado
Raúl C
Raúl C

38.561 usuarios 566 críticas Sigue sus publicaciones

3,0
Publicada el 20 de noviembre de 2021
Fast & Furious 8 (2017).
...O lo que viene siendo "A Todo Gas 8".
El realizador de Un Ciudadano Ejemplar dirige una nueva secuela de esta taquillera y longeva saga de acción sin límites.

Una vez más el actor mejor pagado de todos los tiempos, Dwayne Johnson, se hace acompañar de un nutrido grupo de celebridades del celuloide como son Vin Diesel, Jason Statham, Tyrese Gibson, Michelle Rodríguez o Ludacris entre otros; pero además, aparecen otros secundarios de renombre como son los veteranos Kurt Russell y Helen Mirren (aficionada cada vez más al cine de acción), la bellísima Charlize Theron, quien ya supera las cuatro décadas de edad, o talentos más jóvenes pero ya consagrados como Luke Evans o el vástago de Clint Eastwood. También podremos ver a la prescindible Elsa Pataky una vez más...

La cinta, evidentemente, es una suma de coches potentes, chicas atractivas, muestra de conocidas ciudades del mundo (por primera vez una gran producción norteamericana rueda en la misma Habana), música actual, un presupuesto brutal, acción desmedida y mucha mucha exageración en todo (atentos al destrozo masivo de vehículos en la primera parte de la película).

Como ocurre con sus antecesoras, sobre todo las últimas, esta octava parte es puro cine espectáculo, y un elaborado y costoso entretenimiento durante sus dos horas y cuarto de metraje, con lo que está muy recomendada para los amantes del motor, de los cuerpos esculturales, la velocidad y la acción sin mensajes de fondo que puedan distraernos...

Raúl Cabral.
Puntuación personal: 6
denay d.
denay d.

19 usuarios 20 críticas Sigue sus publicaciones

0,5
Publicada el 2 de agosto de 2017
Es tan pero que tan an tan tan tan tan absurda que ni ganas tengo de seguir comentando sencillamente la peor peli del año con mucha diferencia y la peor de la saga de lejos torero vin diesel el peor ctor de todos los tiempos un muñeco de era tiene mas expresión y sentimiento.

Le doy media estrella xq no se como no darle nada
cine
Un visitante
3,0
Publicada el 19 de agosto de 2018
Nunca me ha gritado la atencion esta saga pero cuando vi esta octava parte me gusto bastante aunque pienso que cuando mas la ves menos te entretiene.
6/10
Pipe C.
Pipe C.

9.260 usuarios 160 críticas Sigue sus publicaciones

3,5
Publicada el 28 de diciembre de 2017
Esta Maquina Aún No Debe Ir Al Garaje
Dominic Toretto presiona a fondo el acelerador de un Lykan HyperSport con Brian O'Conner dentro. Los onerosos neumáticos parecen incendiarse, el motor brama al igual que una bestia enfurecida y la aguja del velocímetro se revoluciona con saña. Hasta aquí, el precedente fragmento descriptivo sería un ordinario acto más de las primeras entregas, empero, por ahora, no todas las cartas están sobre la mesa. Resulta que dicho superdeportivo coupé automóvil se encuentra en una de las Etihad Towers en Abu Dhabi, con una longitud de 45 metros entre cada rascacielos. Sin atisbo alguno de cobardía, ambos emprenden camino hacia el vacío, consiguiendo, con muy buena suerte, la velocidad requerida para cabriolar de una torre a otra como si se tratase del cruce de una intersección en una aglomerada urbe. Con circunstancias como estas, el señor James Wan dejo al planeta entero patidifuso con la que es catalogada, críticamente hablando, la más memorable de la franquicia: “Furious 7”, aureolada a costas de los lucimientos ilustres del realizador incardinando lo que nos enloquecía de las anteriores junto a su cegador y propio método para concebir cintas de acción. Una atractiva mistura constituida por el ya habitual hilo argumental de la saga: el amor hacia la familia, la autosuperación, la verosimilitud de las practicas, el óxido nitroso natural de las carreras clandestinas, la candencia entre los personajes, los apuntes desternillantes, el ritmo imparable, las ávidas ambiciones, las confrontaciones mano a mano y un insospechado pero macanudo tacto profundo de nostalgia a causa del trágico deceso de uno de los co-protagonistas: Paul Walker. Nadie sabía cuál sería el paso ulterior por parte de Universal Pictures después del exitoso cierre de la séptima entrega, sin embargo, el estudio no dejaría despegar con tanta simplicidad a una de las joyas cinematográficas más redituables de todos los tiempos. ¿Quién hubiera vaticinado que una cinta sobre piques y/o carreras ilícitas con un brochazo policiaco creada por unos limitantes 25 millones de dólares, mudaría en una octología con un engrosamiento uniforme tanto en sus afanes como en sus estimaciones de producción, imponiendo el record de la cinta más costosa dentro del universo de automóviles veloces y chicos badass (250 millones de dólares)? Tal marca atañe a la última entrega titulada “The Fate of the Furious”, dirigida por F. Gary Gray y escrita por el dúo de guionistas Chris Morgan y Gary Scott Thompson. Para mantener vigente a lo largo de 16 años las andanzas sobre ruedas, los escritores han tenido que pasar por una serie de reformas pertenecientes al irreparable avanzar del tiempo, las cuales incidieron en guiones y personajes, soterrando con extrema tenuidad las intransigentes leyes de la física o inclusive las leyes de deferencia hacia el espectador, a quienes consideran faltos de las más mínima neurona. Luego de aventar suntuarios coches desde un avión de carga, trasportar una colosal caja fuerte por mitad de una metrópolis brasileña, saltar ala Superman entre dos puentes de vigas o luchar a las afueras de un aeronave a lo largo de una inacabable pista de despegue, llega el largometraje que abraza una sucesión de sandeces tan aparatosas como grotescas.
Dominic y Letty disfrutan de una magnifica luna de miel en Cuba, paraíso de calles y viviendas coloridamente corroídas que abre sus puertas después de una abstinencia de un lustro entorno a dar cobijo a la realización de producciones cinematográficas americanas. La placidez de su estancia se verá truncada por una apolínea mujer rubia llamada Cipher (Charlize Theron), quien consigue extorsionar a Dom a su propio beneficio, exhibiendo, a conveniencia, la alevosía hacia su adorada familia. La diestra pirata informatica empleara como comodín al héroe callejero para liberar una letal amenaza que asolara el mundo entero en un abrir y cerrar de ojos, sin embargo, sus amigos no descansaran hasta traer de vuelta a su gurú, a su paladín, a su padre.
Los guionistas continúan extraviando los liliputienses tornillos de verosimilitud y coherencia que tenían, los disipan en argumentos espectacularmente fantasiosos, y no exactamente nos referimos a las impracticables secuencias intersectadas por llamas, proyectiles y atractivas mujeres; hablamos de los arcos, giros y recovecos que esta dupla de escritores americanos han inyectado a los personajes. Si bien aspiran a mejorar con cada nuevo capítulo, la cinta de Gray queda muy por debajo de los estándares precedentes por culpa de fortuitas y precarias reapariciones, una parquedad del enjundioso espíritu familiar y una pérdida flagrante del carisma en muchos de los líderes. Impregnar de enredos amorosos una trama de acción ha funcionado en muchos eventos, sin embargo, en esta oportunidad es una mera coartada para que el relato discurra con figurada fluidez, sumándole el leitmotiv que se posa en la felonía de Dom, la cual, en el lenguaje propio del universo, es una analogía (sustancialmente) a la incoherente amnesia de Letty, dos indicios extraídos del seso de los chicos de las ideas. Quién sabe, quizás es mejor ajustarnos a la forma de pensar de aquellos seres, en donde lo importante al asistir a un teatro es disfrutar de lo que ofrecen, no buscar lo que está ausente.
El largometraje obsequia unas de las más demenciales y serranas ocurrencias en sus visuales, que harán que te afiances a tu asiento y presiones el acelerador simbólico debajo de tus pies, mientras simulas el acorde dinámico proveniente de tu coche imaginario. Nos encontramos en la era en donde nada es totalmente irrealizable, al menos para la vista, lo cual es engañada por efectos especiales con elevadas cotas de prolijidad, muchos de estos tan comunes y cuantiosos en los blockbusters posmodernos, de hecho, se ha convertido en un menester factual para que una obra llame la atención del público, si ven algo que no luce flamante, adiós y buena suerte. Recuperando lo mencionado con anterioridad, estos locos hombres han ideado secuencias ciertamente desbordantes, catalogadas por la naturaleza de su impacto así:
1. La carrera post-inicial, ulterior al hurto del explosivo, en donde aparece la tribu de conductores al completo, y por carrera aludimos a la bola de demolición.
2. El acto terminal en las gélidas llanuras de la Antártida, esto quiere decir, el ataque del colosal submarino soviético.
3. Jason Statham se adjudica oficialmente como el nuevo personaje-obsesión para la audiencia, su contienda en el aeroplano es excepcionalmente magistral.
4. Y por último y el más soberbio, el alud automovilístico en Manhattan, New York. Nunca espere que F. Gray y su equipo crearan una de las mejores escenas de acción en lo que va del año, literalmente, todos en el teatro estaban absortos en el asombro.
En el cinético mundo de motores y velocidad, lo que hace a “Fast & Furious” ciertamente rápidos y furiosos es la chispa entre los personajes, desde lo más renombrados y bienquistos hasta los más nuevos y que, paradójicamente, se roban el show con vanagloria. A este escalafón pertenecen Dwayne Johnson y Jason Statham, titanes de acción y dinero que asignan de verdor y galanura cada cuadro en el que aparecen, inclusive, es frustrante el poco tiempo y, en cierta medida, protagonismo y tratamiento que se les da frente a las cámaras. Exceptuando a los previos recién llegados, la perita en la computación Ramsey (Nathaniel Emmanuel) y Little Nobody (Scott Eastwood) no cuajan del todo, la primera aún no ha encontrado su espacio en el clan y el segundo ejecuta el papel de chico blanco soso y apuesto que no debería jactarse de su estereotipado personaje. En cuanto a los corredores añejos, Roman (Tyrese Gibson), el comic relief cede su título, parece que ha extraviado su gracejo soltando bufonadas en agraz, que ya no tienen el mismo impacto ni tampoco el mismo dejo. Michelle Rodríguez consigue a rastras la finalidad de su personaje, mientras que Vin Diesel, actuando interinamente como el villano de la función, tampoco logra del todo que creamos que es el chico vil que desertó de su grupo, en parte por su interpretación y en parte por el débil trabajo en la edición del contenido.
Es ineluctable no sentir curiosidad ante un estreno más de la saga que tiene enganchado a sus neumáticos al planeta entero, lo lamentable es que, metafóricamente, nos llevan atados con un rasposo cable (marketing) al bumper trasero de un auto tuneado con cada nueva entrega pero que, en la profundidad, sabe que se le está agotando su más preciado combustible. “The Fate of the Furious” no añade nada relevante ni mucho menos vital para el progreso del universo automovilístico, brinda lo que hoy en día presenta mayor demanda: efectivo, dinámico e insustancial entretenimiento. Seria poderoso aplicar toda esa energía a un molde narrativo mucho más humano y coherente, como las de antes, aun así, el producto hecho por Universal es bastante disfrutable, dejando de lado prejuicios argumentales. Tambalea en cuestiones de ritmo y es perceptible la ausencia de Paul Walker, sin embargo, la primera entrega de la trilogía final cinematográfica proveerá las velocidades estipuladas por la condescendiente legión de fanáticos.
Cesar G.
Cesar G.

568 usuarios 72 críticas Sigue sus publicaciones

3,0
Publicada el 22 de enero de 2018
3 de 5 le doy no es para 5 estrellas si bien tiene de todo no calza para mi ni los 4 puntos o estrellas
¿Quieres leer más críticas?
  • Las últimas críticas de SensaCine
  • Las mejores películas
  • Las mejores películas según los medios