¿No te volverías un poco psicótico si te mantuvieran confinado en una bañera diez horas al día durante el resto de tu vida? Es la pregunta que plantea el documental Blackfish
Blackfish ahonda en un tema que todavía apenas es condenado y rechazado por la mayor parte de la sociedad. Los espectáculos marinos con cetáceos esconden tras de sí la caza y matanza de ballenas y delfines, la encarcelación de los mismos en jaulas de hormigón tras haber sido separados de su hábitat y de sus familias, y también la peligrosidad que suponen para algunos humanos cuando se introducen con ellos en las piscinas sin saber que se trata de animales frustrados y quizás vengativos.
El documental se centra en la vida de la orca Tilikum, una orca de “SeaWorld” que asesinó en pocos años a tres personas.
En 1983, a la edad de dos años, Tilikum es capturada cerca de Islandia para ser trasladado ocho años después a SeaWorld, Florida, donde comienza a ser una de las protagonistas del show de animales marinos del parque. Contando desde el momento en el que fue capturado, hasta el presente, pasando por una interminable cantidad de situaciones que expresan la crueldad del ser humano, la mentira y el poder para ganar dinero sea cual fuese la manera.
Antes de ser trasladada, ya había provocado la muerte de una entrenadora en Sealand, donde la orca creció hasta hacerse adulta. En 1999, la aparición de un cadáver en la piscina, vuelve a aterrorizar a los entrenadores y llama la atención de la prensa. Y aunque no se encontraron signos de violencia, ni manchas de sangre en esta segunda víctima, no se desestima que fuera otro ataque del cetáceo.
Un último incidente en 2010 termina con la muerte de Dawn Brancheau, una entrenadora con 16 años de experiencia en SeaWorld que falleció siendo ahogada por Tilikum en pleno show bajo la mirada de docenas de informe certificó que el animal atacó a Dawn porque llevaba el pelo recogido. A partir de éste suceso Blackfish intenta trazar un paralelismo entre este suceso y la forma en que son capturados estos animales cuando son unas crías así como las pésimas condiciones en las que luego viven.
Tilikum fue retirada durante un año, pero en 2011 volvió a la gran piscina del parque bajo la impotencia de los defensores de los derechos de los animales.
A través de los testimonios de ex entrenadores de Sea World, descubrimos las circunstancias de Tilikum y entendemos su tragedia. Como explica uno de los entrenadores “cuando le miras a los ojos, te das cuenta que alguien habita allí dentro”. Un alguien cuyas circunstancias le han hecho desarrollar esta psicosis asesina. “¿Y a quién no le pasaría?”
Las lágrimas de algunos entrevistados al recordar ciertos pasajes de la vida de Tilikum no transmiten en ningún momento la necesidad de aportar drama artificial a la película, todo en esta cinta es real, duro y revelador.
Personas que trabajaron con orcas, que estudiaron su cerebro, que sufrieron las consecuencias de sus ataques o incluso que las cazaron. Personas con una alta carga emocional, que contagian el arrepentimiento y la tristeza. Las experiencias de todos ellos enriquecen el documental de una manera extraordinaria y al final resulta lo más interesante de todo el documental, por encima de las espeluznantes imágenes.
Poca gracia hará Blackfish en Canarias, cuando la investigación se traslada momentáneamente al Loro Parque de Tenerife, señalado por casi todos los que aparecen en Blackfish como uno de los peores sitios del mundo en los que puedes caer si eres una orca y otro de los lugares en los que un entrenador ha perdido la vida…
"Tratamos a seres inteligentes como esclavos porque nos creemos con derecho a decidir sobre su tiempo, sobre su vida, y nos sorprendemos al ver que cierto día nos pagan con una moneda similar. El hecho de pensar que su inteligencia es mucho mayor de lo que creíamos, que su capacidad emocional es quizás mayor que la nuestra, es absolutamente desolador.
Si no los respetamos a ellos, es dificil que ellos nos respeten a nosotros."
Estos espectáculos deben acabar, la sociedad debe rechazar la utilización de estos animales, y gracias a documentales como Blackfish puede que empecemos a dar los primeros pasos…