Esta segunda parte es más interesante, provocativa e indecente, lo cual es un placer para los sentidos, dada su previa -volumen 1-; la íntima conversación entre los dos protagonistas es mucho más enriquecedora, las alternativas en la evolución del relato son mucho más extensas, diversas y fructíferas y la imagen, la palabra es mucho más poética. Nuestra chica ninfómana se ha vuelto mucho más atractiva y cautivadora, su efecto en el espectador es mucho más profundo y sereno y su vida y desenlace es mucho más apasionante y fascinante. La visión completa de la cinta ofrece una perspectiva muy diferente de su partición en dos volúmenes; la desilusión, apenas sabor provocativo de la primera es, inmediatamente, zurcido, reparado y compensado con su no-interrumpida continuación, una penetrante y satisfactoria evolución, un final revelador muestra exquisita del mejor saber hacer de Von Trier. Una vez más, este carismático director no dejará a nadie indiferente, ya sea para bien o para mal, el escándalo está servido; escoge tu postura respecto su trabajo por ti mismo, no por seguir una corriente aduladora que, en muchas ocasiones, bebe de los demás pero no de la opinión propia.